lunes, 31 de octubre de 2011

"...aún no se había atrevido la pesada reja del corvo arado a abrir ni visitar las entrañas piadosas de nuestra primera madre"










Ayer, treinta de octubre, paseaba por la orilla de la carretera, en Palacios de Benaver, un pueblecito del páramo burgalés. Tras las primeras lluvias, era el día adecuado para arar. Olía intensamente a tierra . Y yo acababa de releer aquel discurso que don Quijote pronuncia ante los cabreros, el de la Edad de Oro:

"Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados , y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna...Todo era paz entonces, todo amistad, todo concordia: aún no se había atrevido la pesada reja del corvo arado a abrir ni visitar las entrañas piadosas de nuestra primera madre ; que ella sin ser forzada ofrecía, por todas las partes de su fértil y espacioso seno, lo que pudiese hartar, sustentar y deleitar a los hijos que entonces la poseían..."

¿Existieron aquellos siglos dorados? Los del tráctor dirían que sólo a un loco se le ocurre tamaña idea...

Pedro Ojeda dice en "La acequia":

Y Mª Ángeles Merino, nuestra Abejita de la Vega, nos lleva a reflexionar sobre la Edad de oro quijotesca...

8 comentarios:

  1. Desde luego esa época no existió, mucho más dura debió de ser la época donde el futuro de un clan dependía de la continua búsqueda de alimentos: horas, días... Por ello mismo, estaban totalmente expuestas ante cualquier tipo de alteración natural.

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  2. Ay, lo que dice mi Quijo siempre es perfecto, sea lo que sea... Besotes, M.

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  3. No sé si dorada, supongo que no, pero algo más fácil la época posterior al descubrimiento de la agricultura.
    Y si no se lo preguntas a éstos que causaban sensación en casa hace unos meses.
    Un beso.

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  4. Nunca existió. Me temo que tampoco existirá nunca.

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  5. Solamente breves momentos en la vida de cada uno, pueden calificarse de dorados.

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  6. Sería dorada para algunos, pero que se lo pregunte a quienes no tenía ni para comer.

    Besos

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  7. Delgado: expuestos a todo, buscando desesperados qué comer, la Edad de Oro no estuvo ni en el Paleolítico ni en el Neolítico.

    Merche: tu Quijo, mi Quijo, algo ha leído, por algo lo dice.

    Euphorbia: el corvo arado ayudó mucho, la agricultura es el mayor invento de la humanidad. Pero eso de la Edad de Oro es un bonito sueño. Esos tractores son una joya.

    Pedro: ahora menos que nunca.

    Paco: brevísimos momentos, estrellas fugaces.

    Myriam: nunca, cosa de poetas.

    Asun: dorada para los de siempre.

    Besos y gracias, amigos.

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