sábado, 6 de febrero de 2010
"Y ya en esto se venía a más andar el alba, alegre y risueña; las florecillas de los campos se descollaban y erguían ..."
El capítulo termina con un amanecer tópico (Parodia final del amanecer mitológico, acorde con el tono de todo el capítulo) que, en lugar de al principio, Cervantes coloca al final. Pero me sirve para lucir mis flores, las de este verano.
"Y ya en esto se venía a más andar el alba, alegre y risueña; las florecillas de los campos se descollaban y erguían , y los líquidos cristales de los arroyuelos, murmurando por entre blancas y pardas guijas, iban a dar tributo a los ríos que los esperaban . La tierra alegre, el cielo claro, el aire limpio, la luz serena, cada uno por sí y todos juntos daban manifiestas señales que el día que al aurora venía pisando las faldas había de ser sereno y claro"
Segunda parte del comentario al capítulo 2, 35, publicado en "La acequia".
Mi señor, el duque, le indica que si no se ablanda como una breva, no será gobernador. Que mi señor no puede enviar a un gobernador cruel y pedernalino, para sus insulanos. ¿Insulanos? ¿Qué es eso de la ínsula? Que yo sepa, tiene posesiones en el reino de Castilla y en el de Aragón, pero yo no sé de ninguna ínsula. Así que elija: o se azota o es azotado.
¿No le darán dos días para pensarlo? No, ha de decidirlo aquí y ahora. Dulcinea volverá a la cueva de Montesinos o será conducida a los Elíseos Campos, donde esperará a que las posaderas de Sancho reciban el azote número tres mil trescientos. Rústica o dama, de él depende.
Mi señora aguanta la risa y anima a Sancho con un “ea”. Que sea agradecido al pan que ha comido y dé el sí a la azotaina.
Luego, me pregunta el escudero. No olviden que soy Merlín. Me pone en un aprieto, que si el diablo correo dio a su amo un recado del señor Montesinos; diciendo que esperase aquí, donde daría orden de desencantar a la señora Dulcinea del Toboso. Me señala que no han visto a Montesinos.
Le digo que el Diablo es mentiroso, que yo le envié en busca de su amo; pero no de parte de Montesinos sino mía.Montesinos está en su cueva intentando desencantarse, que ya tiene bastante con lo suyo y con Durandarte.
Le insto a que dé el sí. Como si fuera un sacerdote, le digo que la disciplina será buena para su alma. Como si fuera médico, suelo escuchar al que visita a los señores duques, le digo que es de complexión sanguínea y no le vendrá mal perder sangre. Sancho me contesta, con sorna, que hasta los encantadores son médicos.No es tan tonto.
Al final, se ablanda y manifiesta estar contento de darse los tres mil trescientos, con la condición de dárselos cada y cuando quisiere. Él saldará la deuda lo más presto que le sea posible, para que el mundo goce la hermosura de Dulcinea. Él pensaba que no era bella, pero resulta que sí lo es.
El duque y la duquesa se miran y sonríen. La que tienen preparada, cuando el diablo no tiene nada qué hacer, con el rabo spanta las moscas. Esto de los refranes se contagia.
Sancho está por poner condiciones y las pone. No está obligado a sacarse sangre y si hay azotes de mosqueo, también cuentan.
Y como yo, que soy Merlín, lo sé todo; he de contar los azotes y avisar de los que faltan o sobran.
Yo, con mi ciencia zoroástrica, le informo de que llegando al cabal número, quedará Dulcinea desencantada. No habrá sobras Y Sancho recibirá la visita agradecida de Dulcinea, en su prístino estado. Merlín no engaña.
El escudero acepta la penitencia, con las condiciones señaladas. Suenan las chirimías, se disparan arcabuces y don Quijote se cuelga del cuello de Sancho y le da mil besos, en frente y mejillas.
¡Qué contentos mis señores y todos los presentes! El carro camina y la Dulcinea argentada inclina la cabeza a los duques y hace la reverencia al de la descomunal zurra.
Viene el alba, volvemos todos al castillo. Cielo claro, aire limpio, luz serena. Mañana será un buen día. Merlín está cansado y no se fija en florecillas, ni en arroyos.
Un abrazo a todos los que pasáis por aquí de:
María Ángeles Merino
Pedro Ojeda dijo en "La acequia":
"Abejita de la Vega nos regala otra voz de un secundario: Merlín nos lo cuenta todo o, al menos, lo que quiere contarnos, aunque confiesa ser el Merlín falso, que ya es mucho. Así llega hasta la descripción paródica del amanecer, que a Abejita le sirve para lucir flores. Por último, publica la opinión del Sanchico, gracias a Ele Bergón. El muchacho está preocupado por las posaderas de su padre, aunque lo oculte.."
Leer más: http://laacequia.blogspot.com/#ixzz0f4fYPUA1
Abejita contesta : "Mi Merlín volverá un poquito, al principio del capítulo que viene, para aarar unas cosillas. Es sincero, el muchacho. Al fin y al cabo, sólo es un pringadillo.
Es un placer regalar secundarios, lo paso muy bien con estos personajillos que se cuelan en mi ordenador. Sor Austringiliana creo escuela...
Aprovecho lo del amanecer para lucir flores, es que estaban esperando desde este verano. Querían salir.
Gracias por seguir a esta abejita picateclas. Un abrazo."
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Tendremos paciencia que la están peinando.
ResponderEliminarVeo yo por ahí entre las flores del campo mucho trabajo jardinero por hacer...
Las caléndulas de la última foto me gustan porque se crían en cualquier sitio y con pocos cuidados.
Las fotos ¡fantásticas! Te han venido ni que pintadas...
ResponderEliminarEstupendo tu Merlín. Besotes, M.
¡Jua!, como se nota que se acerca el carnaval. Los duques siguen con sus bromitas y menudo desfile de carrozas han montado.
ResponderEliminarUno disfrazado de Merlín que a su vez se ha disfrazado de la muerte. ¡No tenía otra cosa que hacer! Y además que le da por hablar en verso dice que ( copio )
“… es menester que Sancho, tu escudero,
se de tres mil azotes y trescientos (ademas de hablar antiguo no sabe contar)
en ambas sus valientes posaderas, ( o sea con los calzoncillos bajados y el culo en pompa)
al aire descubiertas, y de modo
que le escuezan, le amarguen y le enfaden ( ¿será cabrito el tío?
Y todo para que la novia imaginada del Alonso se vuelva guapa, cuando nunca lo ha sido. ¡Es que hay que joderse y perdonad por el taco!
Papa no hagas caso, son todo bromas pesadas de los desocupados de los duques. Ya veo que te vas dando cuenta y te resistes. Que los azotes se los d´´e el Alonso que tú no tienes nada que ver en todo esto, no te metas que son cosas entre los dos. ¿No te das cuenta que el larguirucho siempre te lía en problemas? Déjalo ya y vente a casa que te estamos esperando como agua de mayo. Y encima la Dulci te intenta convencer poniendote de vuelta perejil. Resiste padre, resiste.¡ Hala!, ya te han chantajeado con la ínsula. Si es que no puede ser, te tienen comido el coco con esa tontería. Son malos todos. Ni tan siquiera te lo dejan pensar. Aquí te pillo y aquí te mato. ¡Menos mal que has puesto tus condiciones! Algo es algo.
¡Buf! Es que no lo aguanto. Me voy a dar unos cuantas patadas al balón que se me esta poniendo una leche….
El Sanchico muy enfadado.
Pues ya la peinaron (siguiendo con la tonica de Pancho).
ResponderEliminarAbejita, no tengo tildes "sanescacharrao":
Mira tambien en la tesitura que ponen a Sancho. O se da de azotes o Dulcinea sigue de labradora.
Claro que con todo el pan que se ha comido de su sr don Quijote debera de ser agrdecido y azotarse.
Total, si los curas y frailucos de monte que son gente tierna se flagelan, Sancho que es un tipo duro no le ha de temer al latigo.
Aunque se lo han tenido que pedir por pasiva y por activa, duques, magos, doncellas premensiles tal vez, y su amo, que a punto a estado de cogerlo del cuello y doblarle los azotes atado a un arbol.
Pues si, sr Merlin, parece usted una mosca en un vaso de leche jajaja; ahi todos de blanco nuclear lavados con "Perlan".
Entonces a usted le parece que su compañera jovencita tiene una voz algo amachorrada.
Bueno, quien sabe, hoy en dia hay de todo; ignoro antes...
Como ahora estamos en carnaval, todo cabe.
Le felicito por ese poema-formula magistral para desencantar a Dulcinea. Se ve que su biblioteca es larga y ancha. Cien mil libros tuvo usted que consultar para dar con la tecla del asunto desencantador; pero usted no penso que si Dulcinea pierde sus encantos, ya no sera del gusto de don Quijote. Quien ha visto una dama sin encantos!!
Abejita, enhorabuena por este prolijo comentario, bien ilustrado y bien escrito. Lo tuve que leer en lunes a hurtadillas, pero merecio la pena.
Un abrazo
Flores bien lucidas, desde luego. En efecto, como señalas, todo el capítulo tiene un tono paródico que llega hasta esta descripción del amanecer.
ResponderEliminarSancho se defiende con solvencia de tanto ataque. Merlín tiene que rebajar la exigencia por miedo a que coja el burro y se vuelva a casa, pero como buen paisano lleno de sabiduría, se las arregla para que la cesion no implique descubrir su ambición de poder y progreso. Nos dice que cede por la belleza de Dulcinea, algo que su amo le premia con efusión.
ResponderEliminarMerlín no tiene ninguna intención de controlar si los azotes son de ley o de mosqueo. No tiene tiempo que perder o, tal vez tema algo de Sancho.
El final es para certificar que todo marcha como los duques lo habían planificado o fueron felices y ...
Bueno, pero todo esto ya lo dices mucho mejor en tu resumen visto con ojos de Merlín.
Pancho: mucho cardo, sí. No sabía que eran caléndulas. Es verdad, crecen en cualquier sitio, asoman donde menos se piensa. Merlín cede para no espantar a Sancho, Sancho dice que cede por la belleza de Dulcinea, sí, sí. Si vuelvo de vacío, quién aguanta a Teresa...
ResponderEliminarEs interesante lo que dices del amanecer paródico final.
Merche: majas mis florecillas humildes, que crecen en cualquier sitio.
Ele Sanchico: con razón estás enfadado, un padre es un padre.
Antonio: Ele también está sin tildes...Esa Dulcinea de voz amachorrada podría ser un travesti, no sé si eso se daba en el siglo XVII, menudo era el Santo Oficio.Un carnaval, como tú dices. Gracias por leerme a hurtadillas.
Pedro: tenía ganas de encajar mis florecillas, las que atrapo con la cámara, en días de verano. El amanecer final es el broche de oro, paródico, paródico.
Un abrazo a todos
Buenas noches, Abejita:
ResponderEliminar- Estupendo resumen, y divertido por tu parte, porque de los duques, magos y demás, no quiero ni hablar.
¡Cómo me gustó el gesto de D. Quijote al colgarse del cuello de Sancho y darle mil besos en frente y mejillas!.
- Y tus fotografías adelantan la primavera.
¡Mira que son bonitos hasta los cardos!. Aunque no es por dar envidia, pero el domingo cogí las primeras violetas, precisamente debajo del árbol del amor.
Saludos. Gelu
Gracias Gelu por tu comentario.Qué agradecido don Quijote, después de haberlo amenazado con 6600.
ResponderEliminarVoy a ver si veo violetas donde las fotografié el año pasado, en el paseo de la Isla.
Besos