miércoles, 20 de enero de 2010
SÓLO UN GATO, UN GATO SOLO
Este gato inspiró a Kety.
Este otro gato, del mismo pueblo, para que le haga compañía.
Kety Morales , la del blog "Los cuentos de la abuela", me envía este poema, inpirado por este gato que cacé , con mi cámara, estas Navidades, en Palacios de Benaver (Burgos). Gracias, amiga.
Dice Kety : "Una vez más, una foto de Mª Ángeles Merino
me inspiran estas palabras."
SÓLO UN GATO, UN GATO SOLO
Sólo él vaga por las calles desiertas
En busca de alguien que le de cobijo
Un poco de amor, de ternura y abrigo
Un regazo tierno tras las murallas
Vaga por callejuelas solitarias
Pero en las chimeneas el humo fluye
Olor a lumbre por rendijas huye
Delatando que hay vida tras las tapias
Desamparado, con un rumbo incierto
Caminando incansable, anhela un lugar
Una puerta abierta donde descansar
Sueña con su hallazgo en breve momento
Con un alma humana e invite a pernoctar
Mientras, camina sin un viento cierto.
Lo leo en su blog, lo leo en el tuyo. Magnífica colaboración: un buen soneto para un buen gato.
ResponderEliminarObservaréis que unos versos están distintos.
ResponderEliminarYa me diréis que versión está mejor.
La foto conocida del gato solitario es preciosa, gana ampliándola. Iba a decir que era el cazador cazado, pero los gatos cazadores ya pasaron a la historia, se asustan de los ratones.
ResponderEliminarBien acompañada del soneto.
La primera decía:
ResponderEliminarSólo él vaga por las calles desiertas
En busca de alguien que le de cobijo
Un poco de amor, de ternura y abrigo
Un regazo tierno tras las murallas
Vaga por callejuelas solitarias
Pero en las chimeneas el humo fluye
Olor a lumbre por rendijas huye
Delatando que hay vida tras las tapias
El pobre felino sin rumbo cierto
Busca una puerta donde descansar
Su estómago hambriento le llama a saciar
Sueña con su hallazgo en breve momento
De un alma que le adopte a pernoctar
Al solitario gato de este cuento.
Me gustan las dos. De la segunda, en especial, el último verso.
Un abrazo
Gracias, Pedro y Pancho, en nombre del gato solitario de este pequeño pueblo burgalés.
ResponderEliminarEnorme sensibilidad la de Kety.
El caso es que siempre quise tener un gato pero, por una razón ú otra, nunca pudo ser.
ResponderEliminarAbrazos.
Mª Ángeles, pasa por mi blog a ver que te parece el encuentro.
ResponderEliminarBesos