jueves, 10 de septiembre de 2009
...la fresca aurora...descubriendo la hermosura de su rostro, sacudiendo de sus cabellos un número infinito de líquidas perlas...
"En esto , ya comenzaban a gorjear en los árboles mil suertes de pintados pajarillos, y en sus diversos y alegres cantos parecía que daban la norabuena y saludaban a la fresca aurora, que ya por las puertas y balcones del Oriente iba descubriendo la hermosura de su rostro, sacudiendo de sus cabellos un número infinito de líquidas perlas..."
Comentario al capítulo 2.14 del Quijote, publicado en "La acequia", en la entrada titulada "Un conflicto de identidades entre parodia y burla", correspondiente al día 10 de septiembre de 2009.
"...la fresca aurora...descubriendo la hermosura de su rostro, sacudiendo de sus cabellos un número infinito de líquidas perlas..."
En el capítulo anterior dialogaban los mozos, en éste razonan los caballeros. Cervantes rompe con la normativa clasista para ajustarse a su esquema: diálogo-acción. Comienza el del Bosque con sus cuitas amorosas. Ay, su Casildea de Vandalia ¡qué hercúleos trabajos le ordena! Someter a la broncínea giganta Giralda para que no soplen sino vientos norte, practicar halterofilia con los pétreos toros de Guisando y zambullirse en la egabrense sima, desvelando sus infernales secretos. Ni por esas se ablanda el corazón helado de Casildea. El boscoso sólo consigue esperanzas muertas y desdenes vivos. Y veamos la última ocurrencia de la caprichosa vándala: que su valiente y enamorado caballero recorra toda España, en busca de otros andantes, para extraerles una trascendental confesión: Casildea es la más hermosa entre todas las mujeres vivas. Afirma haber rendido a muchos que no han osado contradecirle y se muestra orgulloso de haber vencido al supremo vencedor: el tal don Quijote. ¡Y le ha forzado a confesar que Casildea es más bella que Dulcinea! ¡La gloria, la fama y la honra transferidas al forestal caballero!
Pero… ¿qué herejías dice este mentecato? ¿Don Quijote vencido? ¿Don Quijote reconociendo que hay una mujer más bella que Dulcinea? Nuestro caballero es una bomba a punto de explotar. A punto está de gritar el” mentís”, pero se contiene cortésmente. Otros caballeros, tal vez, hayan realizado tan extravagante confesión. El de la Mancha, jamás. Alguien parecido, podría ser…
El del Bosque replica, como un nuevo César, que peleó, venció y rindió a un hombre alto, seco, avellanado, con grandes y lacios bigotes…su escudero Sancho, su rocín Rocinante y su enamorada Dulcinea. Todo coincide y su espada” hará dar crédito a la mesma incredulidad “.
El de la Triste Figura, sosegado, reconoce que las señas son “puntuales y ciertas” y da la explicación en línea con su locura. Un enemigo encantador habrá tomado la figura de ése don Quijote, su mayor amigo, dejándose vencer por privarle de la fama. Y hay uno muy especial, el “que de ordinario le persigue”. ¿Avellaneda? No sabemos si, al escribir estas líneas, Cervantes poseía noticias del Quijote apócrifo.
Al recordar la conversión de Dulcinea en una “aldeana soez”, se acaba la contención del caballero. No se le aparta de la mente la imagen saltarina y pollinesca de aquella labradora. No aguanta más, se presenta como don Quijote y le desafía con la fórmula habitual. El del Bosque, sosegadamente, acepta el reto. Si pudo vencer al doble, podrá derrotar al auténtico. Mas pone dos condiciones que su rival acepta: no han de combatir a oscuras, eso es de rufianes, y el vencido quedará a disposición del vencedor.
El forestal y el manchego van en busca de sus criados que duermen juntitos, en amor y compañía, bajo los efectos del tintorro y la lepórida empanada. Los señoritos espabilan a los roncadores y les mandan a buscar a los cuadrúpedos. Se anuncia una batalla “sangrienta, singular y desigual” y el buen escudero teme por su loco amo.
El criado del forestal hace saber a Sancho que si los amos pelean, los criados han de pelear también. Y Sancho, que todavía luce en su cuerpo las señales de los pasados golpes, muestra un ejemplar pacifismo. Eso para los rufianes, no para escuderos. Su amo se sabe al dedillo todas las ordenanzas y nunca le ha oído decir tal disparate. Y si fuera verdad, no la cumplirá, antes pagará la pena por desobediencia; que le saldrá más barato que las hilas precisas para curar una cabeza partida, cual sandía. Y, además, como no tiene espada…
No hace falta espada, su oponente propone una riña a talegazos. Y las talegas con relleno de guijarros. ¡Con lo que duele eso! ¡Ni con relleno de capullos de seda! Bebamos y vivamos mientras los señoritos se lastiman. Ya caeremos del árbol de la vida, como fruta madura.
El del Bosque insiste, venga, por lo menos media horita… Pero Sancho, con muy buen juicio, se niega a pelearse con quien ha comido y bebido. Y, además, sin cólera y sin enojo ¿cómo reñir? ¿reñir a secas? Para que no sea a secas, el colega propone adelantarse con tres o cuatro bofetadas para la dormilona cólera. ¡Bueno es Sancho para dejarse sobar el rostro! En ese caso, replica, contestaría con unos garrotazos que le hagan dormir y no despertar, a no ser en presencia de San Pedro. La violencia de Sancho no pasa de ser verbal, propone que dejen dormir la cólera, que así lo quiere Dios y concluye con una fórmula de aplazamiento usada por escribanos: “que corra por su cuenta todo el mal y daño que de nuestra pendencia resultare”.
“Amanecerá Dios y medraremos” replica el criado boscoso y, en efecto, amanece. Un amanecer muy literario, tal vez parodia de otros textos, quizás tópico, pero me gusta. Gorjeo de pajarillos, aurora, balcón de Oriente, líquidas perlas de rocío, yerbas cuajadas de aljófar, sauces con maná, fuentes reidoras, arroyos murmuradores…se hace la luz y, entre tanta belleza, asoma la narizota del otro escudero: enorme, curva, con verrugas, amoratada. Contraste barroco…Sancho se ríe convulsamente y piensa que a ver quién se atreve con semejante “vestiglo”.
El rival de don Quijote oculta el rostro tras la celada, es membrudo mas no muy alto y, sobre sus armas, lleva una tela con muchos espejuelos en forma de luna. No olvida las plumas verdes, amarillas y blancas. Vistoso, sí señor. Muestra ser de grandes fuerzas, la lanza es enorme y muy gruesa; pero nada de eso intimida a nuestro valiente caballero.
El del Bosque se niega a alzarse la visera y pone un pretexto tonto. Don Quijote le pide que, mientras suben al caballo, manifieste si está ante el mismo don Quijote que fue vencido. Su rival contesta afirmativamente, se le parece como un huevo a otro.
Ambos contendientes toman la distancia necesaria para embestir. Sancho se va detrás de su amo porque no quiere quedarse con el narigudo. Le pide que le ayude a subirse a un alcornoque para ver mejor el encuentro, a lo cual accede que, en lo del miedo al narizotas , no le falta razón a Sancho.
El de los Espejos va al encuentro de su enemigo, en un mediano trote, más no sabe; pero viéndole ocupado en aupar a Sancho, se detiene en mitad de la carrera. El caballo agradece este descanso. Uf , el pobre caballejo ya no podía más. El de la Mancha imagina que su enemigo viene volando y, arrimando las espuelas al pobre rocín , le hace correr por primera vez en su vida. Con furia llega donde el de las lunas no consigue que su caballo se mueva un dedo, a pesar de aguijarle a fondo. Don Quijote aprovecha que el de las plumas no acierta a poner la lana en ristre. Le derriba, haciéndole caer por las ancas. No mueve pies ni manos ¿estará muerto?
Un abrazo
María Ángeles Merino saluda a Pedro Ojeda, Merche Pallarés, Antonio Aguilera,Myr, Manuel Tuccitano,Pancho,Kety, Jan Puerta, Cornelius, Alatriste, Silvia Camacho, Ele Bergón...y a todos que pasan por aquí.Mosca y arañita, a ver si os veo por aquí.Besos a todos.
Pedro Ojeda dijo en http://laacequia.blogspot.com/
Abejita comienza el comentario del capítulo de esta semana fijándose en la idílica descripción del amanecer que sirve a Cervantes como juego para contrastrar con la fealdad del narigudo y lo acompaña con una foto del alba desde su casa. ¡Qué envidia de amanecer!
Gracias Pedro y vamos a por el mini capítulo.
Este capítulo tiene ejemplos de la mejor prosa cervantina. Muy bien acompañada de este amanecer, tan bonito como el que nos describe Cervantes..
ResponderEliminarEs un texto muy bello, aunque esté parodiando el estilo grandilocuente de las novelas de caballerías.
ResponderEliminarMe gustan mucho los amaneceres, tal vez porque donde vivo habitualmente no puedo verlo.Esta foto la saqué este verano, desde mi ventana del pueblo. Para esta entrada recorté la parte de abajo,con casa y coches. En los gadgets de la derecha está la foto íntegra.
Un abrazo
Esta foto también la has puesto en el facebook, muy bonita, el amanecer del verano a mi también me gusta muchismo, con el fresquito que entra por la ventana a esa hora, es muy agradable, Marian te vamos hacer la fotografa oficial del reino, besitos.
ResponderEliminar" La aurora cubre de púrpura el cielo....".
ResponderEliminarEs, Abejita, el comienzo de una canción que cantábamos en el seminario. Sólo hace 33 años de eso:¿Cómo puedo ser ya tan viejuno? en el mundo, que desatre.
Espero tu comentario como agua de mayo.
Hasta luego
linda prosa..a mi tambien me llamó laatención...saludos y besos
ResponderEliminarAbejita, ante todo, gracias por tu dedicatoria. ¡Qué buen resumen haces de los capítulos! Tan eruditos y amenos. Me encantan. Muchos besotes, M.
ResponderEliminarGran trabajo y lectura atenta hay detrás de este minucioso y detallado comentario, ceñido al texto original.
ResponderEliminarTu sugerencia de que el Caballero de la Floresta sea el Quijote apócrifo de Avellaneda supone una gran complejidad narrativa.
"Ya caeremos del árbol de la vida, cual fruta madura": Sancho no tiene ganas ni intención de que se le adelante su tiempo.
Abrazos sanchescos para ti también. Hoy me manda escribir: chunrogy.
Hercùleos trabajos ordena la tornadiza Casilda de mi Al-Andalus al granuja disfrazado de Caballero éste de la Flora: vándala sin duda, tal como la calificas.
ResponderEliminarYa vi que acertaste con el gentilicio de los residentes en Cabra: egabrenses.
En esa ciudad residió algún pariente de don Cervantes, y estudió tu amiga Toñi (pásale recuerdos).
La propuesta que hace a Sancho el del Bosque, y que destacas, de luchar "por lo menos media horita", y a base de talegazos con guijarros, nada menos......
poco tardó Sancho en pedir ayuda a don Quijote para subir al alcornoque. Alcornoque sería el árbol, pero él no.
Finalmente, fíjate qué contraste, "barroco", le llamas tú (estaría de moda en el XVII), de la estupenda prosa poética, cargada de un lirismo que roza el paroxismo, con las feísimas narices postizas del escudero de la Jungla.
Creo que el capítulo nos ha dado para reir a mandíbula batiente....., y pensar, pues es mucho lo que esconde. Menos mal que con la media docena de profes-as que rondáis por La Acequia, se va un servidor entrerando, algo.
Ha sido un placer Abejita.
¡Caramba Abejita! un comentario para quitarse el sombrero.
ResponderEliminarCreo haber leído, que la publicación del Quijote apócrifo, fué lo que le impulsó a Cervantes escribir la segunda parte. Ya en el prólogo arremete contra él. Este capítulo va dedicado al supuesto Avellaneda ¡seguro!
Un abrazo.
Hola mis queridos troncos y troncas y ya coleguis.
ResponderEliminar¡Qué rollo volver otra vez al insti! Con lo bien que se está sin dar golpe.
Ya sabéis que mi padre sigue por ahí con el Alonso, la furgo y otros que se van encontrando. ¡Qué perra tienen algunos con pelear! Menos mal que mi padre es más listo que todos ellos y dice que "verde las han segao". Si el Alonso se empecina en decir que su Dulcinea es la más guapa de todas ( ya sebéis que yo creo que no existe) pues allá él y con su pan se lo coma, pero mi padre, ¿qué pinta en todo eso? Por eso no ha entrado al trapo del hombre ese que parece ha salido de un bosque ¿será un guarda forestal algo agresivo? En esta ocasión mi papi se ha portado como un hombre.
A mi me pasa lo mismo, las peleas no me gustan y más las que son por presumir y por la tontería . A veces con mis amigos hacemos el botellón y luego se bebe, no se controla y se sale mal. Mi madre Teresa ya me ha advertido
que cuando empiecen los palos yo haga mutis por el forro. Así lo hago y de momento parece que no me va mal.
Abejita, te ha quedado muy bien eso de "el boscoso consigue esperanzas muertas y dedenes vivos" y es que el amor muchas veces es una tortura. Ya lo he sufrido con mis Churris. Este año también me enamoraré porque en el fondo lo paso bien.
Cuando me despedí de un señor que vive en el pueblo de mi madre y tiene 90 años me dijo:
- Sanchico que tengan buen viaje y que el camino tenga complicaciones
¿Se referirá a eso del amor? Pues ahí están El Alonso mi padre y otros con el viaje y los caminos llenos de complicaciones. En fin a los mayores no hay quien os entienda. ¡Menos mal que no voy a crecer!
Hasta otra.
El Sanchico.
Pues tienes un amanecer muy hermoso desde tu ventana.
ResponderEliminarEl texto, idílico y paródico, como bien señalas, tiene otra función: aumentar el contraste del feísmo de la descripción del escudero del caballero del Bosque.
Buen análisis.
Pancho: dos amaneceres muy bellos, efectivamente. Sancho está muy sensato y pacifista, procuremos que el árbol nos aguante más tiempo...
ResponderEliminarSilvia: qué nostalgia del verano, en invierno te helarías por sacar la foto, sobre todo aquí...Gracias por el título que me das.
Antonio: nos tienes que contar lo del seminario y también de tus persecuciones a los pastores. De viejuno, nada. Lo de vándala, con todo cariño que, precisamente, el fin de semana que viene voy a ver a mi vandalita Aitana, mi resobrina marbellí .Lo de egabrenses me lo sé por el chiste del ministro franquista Solís que preguntó para qué servía el latín. Alguien le contestó: para que los de Cabra sean egabrenses y no c...
Manuel: llama la atención, un pedazo de prosa. Merche: de nada, les doy un retoque informal y así es más ameno, me alargo mucho, mea culpa...
Kety: creo que se enteró cuando estaba ya escribiendo la segunda parte. Gracias por lo del sombrero.
Sanchico: Ele: sensato está este chico.
Pedro: desde la ventana del verano, que la del invierno da al norte, al cerro San Miguel. Texto idílico, paródico, con brutal contraste...bellísimo. Sigamos analizando con tan buen director.
Un abrazo a todos.