Éstos son los más altos y sombrosos de los que tengo cerca (la Quinta)
Comentario al capítulo 2.12 del Quijote, publicado en "La acequia", en la entrada titulada "El Caballero del Bosque", correspondiente al día 27 de agosto de 2009.
No todos los días se vive una aventura con un demonio, un emperador y la mismísima Muerte. No es de extrañar que el caballero y el escudero hablen de ella, después de haberla vivido, mientras cenan del “repuesto”, cobijados por unos "altos y sombrosos árboles”. Me temo que, en la actualidad, no abunden las frondosidades por tierras manchegas.
Sancho se alegra de haber optado por los crías, ante la ausencia de “despojos”, en el último episodio. A propósito, Don Quijote le apunta, con sorna, que si hubieran atacado, podría haberse quedado con la áurea corona imperial. Sancho replica, él ya sabe que las coronas de los emperadores farsantes son siempre de hojalata y Cervantes, que se quedó con ganas de seguir hablando de la farándula y de la carátula, aprovecha la ocasión para que el hidalgo suelte su discurso en torno a un tema de ida y vuelta: el teatro espejo de la vida y la vida como teatro.
El temita nos recuerda a los pobres mortales que cada uno representamos nuestro papel teatral, mejor o peor, hasta que llega la Muerte, da por finalizada la función y ¡fuera el disfraz! Sancho ha oído muchas veces eso del teatro del mundo y así se lo hace saber a su amo. Fue un tópico clásico y medieval, muy del gusto del siglo XVII, aunque el que lo llevó a su máxima expresión, Calderón de la Barca con su auto “El Gran Teatro del Mundo”, era un muchachito cuando Cervantes escribía este capítulo.
Lo apunta Cervantes antes de que se nos ocurra preguntarnos de dónde saca este “simple” la culturilla. Don Quijote nota que su criado ha ganado en “discreción” y se lo hace saber. Incluso ha sido capaz de añadir otro tópico equivalente: la vida humana como partida de ajedrez, cuyas piezas van a parar, al final, al mismo saco.
Sancho se considera un campo bien abonado por el estiércol de las palabras caballerescas y espera dar buenos frutos. Don Quijote se ríe y considera que a su criado algo de su “discreción” se le ha pegado, aunque muchas veces se despeñe con la ignorancia a cuestas. Lo suyo son los refranes…
Le dan a la húmeda buena parte de la noche hasta que a Sancho se le “cierran las compuertas”, desaliña a su rucio y le deja pastar. La misma libertad da a Rocinante, pero sin quitarle la silla, como lo ordena una vieja costumbre caballeresca.
Y al llegar aquí, Cervantes aprovecha la ocasión para hablarnos de la gran amistad del rocín y del rucio, quiere hacer un alto y dar gusto a ese lector que busca historias para reír. Nos informa de que el autor compuso varios capítulos en torno a esa cuadrúpeda amistad ; pero no los incluyó por guardar la “decencia y decoro”. Tampoco es para tanto, parece ser que los dos animalillos se rascaban el uno a otro y, una vez a gusto, pasaban las horas cuello sobre cuello, así hasta tres días. Amigos con derecho a roce, su amistad fue tan grande como la de aquellos amantes de la antigüedad: Niso y Euríalo o Pílades y Orestes. Bueno, si los compara con ésos, ya entendemos la “decencia y decoro” del autor, que los salvajes tribunales de entonces no se andaban con chiquitas a la hora de castigar la homosexualidad en la hoguera, no así en la antigua Grecia… Sea como sea, su amistad es un ejemplo para los humanos que tan mal entendemos la amistad., que si lanzas, que si chinches…
Y sigue Cervantes, con mucha guasa, mostrándonos ejemplos de la ejemplaridad animal. Descubrimos que de las cigüeñas aprendimos lo de las lavativas, alguien se debió fijar en un cigoñino metiéndose el pico en…De los perros aprendimos a provocarnos el vómito y a ser agradecidos, esto último lo aprendimos peor…Y más lecciones de más bichillos…
Finalmente Sancho se queda dormido bajo un alcornoque, y su señor permanece dormitando, que no es lo mismo, al pie de una robusta encina. No les dura mucho el sueño porque, poco después, al de la encina le despierta un ruido. Son dos hombres a caballo que rendidos, van a descansar allí mismo. Uno de ellos, para mayor asombro de nuestro hidalgo, parla como recién salido de una novela de caballerías, se deja derribar de la silla, no puede más y cae en tierra con un crujir de hierro viejo. Croc, croc, croc. ¡Lleva las armas puestas!
Me he encontrado al caballero del Bosque en el centro de Burgos.
A continuación, con voz lastimera, se queja de la hermosa Casildea de Vandalia, la “más ingrata mujer del orbe”. El cautivo caballero se consume, peregrina y trabaja duro; mas ella, ni caso. Coqueta y vanidosa, le encanta que le regalen los oídos; no tiene bastante con que navarros, leoneses, andaluces, castellanos y los de la Mancha la confiesen como la más hermosa del mundo… ¡Son muchos, Casildea, guapa!
¡Alto ahí! Menos Mancha, que don Quijote nunca ha confesado algo tan perjudicial a la belleza de su Dulcinea. Pero paciencia, a ver lo que sale por esa boca...
Pero el caballero del Bosque oye que hablan de él, interrumpe sus lamentos y pregunta quién va ,con el lenguaje propio de los caballeros andantes. Don Quijote contesta y está encantado, hablando de caballero a caballero, de afligido a afligido. ¡Y lo coge del brazo! ¡Y le invita a sentarse! ¡Y se sientan en paz, aunque mañana vayan a romperse la cabeza! No te adelantes, narrador sabelotodo...
El del Bosque pregunta a don Quijote si es enamorado, “por ventura”. El de la Triste Figura lo es “por desventura…aunque los daños que nacen de los bien colocados pensamientos antes se deben tener por gracias que por desdichas “. El del Bosque habla de desdenes ¿Desdenes? Nunca…y aquí mete el cucharón Sancho Panza que califica a Dulcinea de “borrega mansa”.
El del Bosque se extraña de un criado tan parlanchín, tan atrevido, “que se atreva a hablar donde habla su señor”,. Mira que el suyo no despliega los labios...
Sancho protesta, él ha hablado y puede “hablar delante de otro tan…” Pero el escudero del Caballero del Bosque le coge del brazo y le invita a que vayan, los dos, a donde puedan hablar en la intimidad, “escuderilmente”. Entre ellos “pasará un gracioso coloquio”, lo veremos en el siguiente capítulo.
Un abrazo para todos de:
María Ángeles Merino
Pedro Ojeda Escudero dijo en este blog:
¡¡No se te escapa nada!! Al fin el Caballero del Bosque cazado en pleno Burgos...
A partir de mañana vuelvo a la normalidad en La Acequia.
Gracias, Pedro, seguiremos al del Bosque. Le gustan las cuchillerías burgalesas para afilar sus herramientas.
Otro abrazo para ti.
ResponderEliminarEspero tu comentario sobre esta pareja de hecho y el caballero del bosque... Besotes,M.
ResponderEliminarEsperemos tal como lo hace el Caballero del bosque en Burgos.
ResponderEliminarUn abrazo
Me gustaría muchisimo pasear por la quinta, se ve preciosa, con esos árboles, se respira vida, la armadura muy chula, ¿que hará en plana calle?, como los demás espero tu fabuloso comentario, besos.
ResponderEliminarJAJAJA))))
ResponderEliminarPido disculpas por entrar riyendo, pero es que no me esperaba el collage de Ojito montado en tu blog, con vosotras y Pedro en la playa. ¡Y qué figura le puso a don Quijote!. Nuestro Pedro..., todo un "cachas"; sí señor, ahí impartiendo clase a estas buenas mozas.
Al final, no me quedó claro lo de "sombrosos árboles": si los árboles daban sombra o es que asombraban al visitante.
Tú cómo lo ves??
La evolución intelectual de Sancho, hasta don Quijote se sorprende de ella. Ya creó escuela el hidalgo.
Y es que me da la impresión que don Cervantes, ya entrado en años, pues, cuando publicó esta segunda parte, era más viejo que cascorro; andaría por los 68: todo un record para aquella época. Don Quijote deja de "alucinar" y Sancho se va haciendo "más discreto y menos simple".
Largos, sesudos, y bien elaborados tus comentarios, Abejita.
Lo tuyo es pasión...., y tiempo supongo. Enhorabuena, por algo dicen que las abejitas son muy laboriosas..., o eran las hormigas??.
No sé.., esos bichillos que apasionaban a Nabocov
Muy trabajado y coloquial resulta este resumen.
ResponderEliminarHabrá que estar ojo avizor para ver cómo se resuelve este interesante encuentro.
Un saludo
Completo y divertido resumen de un capítulo que trata temas diferentes, como bien señalas.
ResponderEliminarEste "Caballero Quieto" de la foto será mas elegante de apariencia que DQ, pero no le llega en ingenio, que para eso era "ingenioso".
Buena vuelta al tajo...
Cornelivs: abrazos sombrosos.
ResponderEliminarMerche: ya colgué el comentario,mi deseo es que te haya gustado.Espero que te hayas recuperado completamente. ¿Qué letra tenía la gripe?
Jan: el caballero del Bosque, en Burgos,estaba plantado delante de una cuchillería. Habrá ido a comprarse una espada nueva o a afilar la vieja.
Silvia: la Quinta es un paseo muy hermoso, te gustaría.Aparte del queso, la morcilla y la catedral, tenemos la fama de ser una de las ciudades con mayor número de árboles por habitante. La armadura , como le digo a Jan,luce a l apuerta de una cuchillería. Espero que te haya gustado el comentario.Suerte en los exámenes.
Antonio: yo sigo riéndome de la escena playero-quijotesca.Los árboles serán sombrosos de sombra o asombrosos y a Cervantes se le escurrió una e.Yo había puesto frondosos y lo corregí gracias a que leí tu comentario.A Cervantes se le fue la mano en lo de la "discreción" de Sancho,68 eran muchos...Mis comentarios son pasión y tiempo, efectivamente.Les doy muchas vueltas, es verdad. Aunque a partir de septiembre vuelve el tío Paco con la rebaja.Y a partir de octubre, más rebaja.Laboriosos todos esos bichillos; pero lo de Nabocov no lo sabía , creía que sólo le interesaban las "lolitas".Pero resulta que era entomólogo y que hay unas mariposas que llevan su nombre.Acabo de descubrirlo gracias a ti y a Wikipedia.
Gracias por "El Espolón" ¿has visto como lo lee la abejita?
Alatriste: gracias, reconozco que , efectivamente, doy muchas vueltas amis comentarios.Los trabajo con gusto, eso sí.A ver cómo se resuelve esto...
Un abrazo a todos vosotros
pancho:el caballero quieto me temo que tiene la cabeza hueca.Me divierto para que me salga divertido. Gracias y gracias por desearme buena vuelta al tajo, igualmente.Un abrazo.
ResponderEliminarAquí seguimos disfrutando de tus laboriosos comentarios.
ResponderEliminar¡¡Cómo te lo curras!!
Besos
ABEJITA, ¡por supuesto que he leido tus siempre interesantes comentarios a los capítulos! y me he reido de buena gana... Referente a la letra de mi gripe pues fue "V" (vista y no vista porque me duró un dia, nefasto eso sí, pero al dia siguiente ya estaba bien). Gracias por tus buenos deseos. Muchos besotes, M.
ResponderEliminarP.D. ¡Ah! Cervan tenía 68 años... Me faltan tres para tener la misma... ¡Qué horror!
¡¡No se te escapa nada!! Al fin el Caballero del Bosque cazado en pleno Burgos...
ResponderEliminarA partir de mañana vuelvo a la normalidad en La Acequia.
y Casildea suspira......
ResponderEliminarKety: disfrutaremos todos.
ResponderEliminarMerche: me alegro que la letra no sea la A. Los 68 de entonces no tenían nada que ver con los de ahora...Eres mi lectora favorita.
Myr: esta Casildea se pasa con la coquetería y suspira...
Un beso a todas