Hemos coincidido la mosca y la abeja,enredando en el blog .
Esta abejita no entiende ni peñazo de fúbol. Ayer preguntaba dónde estaba un tal Beckenbauer que a mí me sonaba que ,alguna vez, nos había dado para el pelo. Como ves, parezco el viejito ese de: ¿y el Madrí qué? Sssssss
Pues el Beckenbauer andaba por allí, y le enchufaron en la tele un par de veces. También Arconada andaba por allí.
PEro de futbol, tampoco hace falta entender mucho. Es como decía aquel: "es un deporte que inventaron los ingleses, que juegan 11 contra 11, y [casi]siempre gana Alemania"
Esta carta al director que hoy publica "El país" me ha recordado lo que cuenta la mosca:
"El día en que a Arconada se le coló por debajo el balón lanzado por Platini, en la final de la Eurocopa del 84, también era domingo. Yo tenía ocho años y mi padre me había comprado con mucho esfuerzo la camiseta del portero de la selección absoluta: la camiseta de Luis Arconada. Durante aquel fin de semana, mi padre me fue fabulando una victoria que nunca se produjo: que teníamos un equipazo y que el portero era un seguro de vida. Aquella noche fatídica mi padre se acostó pronto sin casi mirarme y empezó, para mí, para mi generación, la memoria del fracaso." Sssss
Hemos coincidido la mosca y la abeja,enredando en el blog .
ResponderEliminarEsta abejita no entiende ni peñazo de fúbol. Ayer preguntaba dónde estaba un tal Beckenbauer que a mí me sonaba que ,alguna vez, nos había dado para el pelo.
Como ves, parezco el viejito ese de: ¿y el Madrí qué?
Sssssss
Pues el Beckenbauer andaba por allí, y le enchufaron en la tele un par de veces. También Arconada andaba por allí.
ResponderEliminarPEro de futbol, tampoco hace falta entender mucho. Es como decía aquel: "es un deporte que inventaron los ingleses, que juegan 11 contra 11, y [casi]siempre gana Alemania"
Esta carta al director que hoy publica "El país" me ha recordado lo que cuenta la mosca:
ResponderEliminar"El día en que a Arconada se le coló por debajo el balón lanzado por Platini, en la final de la Eurocopa del 84, también era domingo. Yo tenía ocho años y mi padre me había comprado con mucho esfuerzo la camiseta del portero de la selección absoluta: la camiseta de Luis Arconada. Durante aquel fin de semana, mi padre me fue fabulando una victoria que nunca se produjo: que teníamos un equipazo y que el portero era un seguro de vida. Aquella noche fatídica mi padre se acostó pronto sin casi mirarme y empezó, para mí, para mi generación, la memoria del fracaso."
Sssss