Holaaaaa!!!
Hace tiempo que la arañita no decía nada por estos lares. Es lo que tiene no tener internete (que rebuznante suena, ¿no?). Bueno, en realidad soy la Mosca Cojonera, que la Arañita está enganchada al teléfono, porque una de sus pupilas anda chunguilla. Pero se pondrá bien, seguro.
Hoy hemos llevado a Chufo al veterinario, que ya tocaba. En Diciembre le salió un bultillo raro, y hubo que hacerle unas pruebas. Tras el susto, resultó ser nada más que una inflamación, de algún golpe que se habrá llevado (¡es más bruto que un arao!). Y es que los conejillos son de delicados, que no veas. Como para juntarlo con Curry. Al primer bocado, se nos muere.
Vaya día que ha tenido hoy Chufo. Por la mañana han venido a colocarnos unas persianas. El pobre no sabía donde esconderse, y lo único que hacía era ir derrapando por las esquinas, porque en parquet no tiene tracción, ni a cuatro, ni a una pata. Luego, viajecito en el coche, y en el jardín que se ha quedado. No le debe sentar muy bien el aire, porque se ha quedado quieto, y hasta que no le hemos metido en la casa, no ha empezado a moverse y saltar y brincar, y morder como siempre.
Pero justo en ese momento tocaba ya bajar al veterinario. Y allí ha ido. No quería salir de la jaulilla. Será que ya saber que cada vez que va por allí le pinchan. Y con lo delicado que es, hasta él sabe que eso no es bueno. El caso es que le han pinchado (pobrecillo) la vacuna que tenía pendiente desde hace dos meses.
Hemos vuelto a subir, y tan tranquilo que estaba renpanchingado en la cama... hasta que ha aparecido Ariana. Vaya bote que ha pegado Chufo. Del salto se ha metido en la jaula, y poco ha faltado para que la cerrara con cerrojo y todo. Si no le ha dado una taquicardia, poco le ha debido faltar.
Pero tranquilo, Chufo, que ya nos vamos para casa. Espero que no esté muy enfadado. De momento, sus hierbas favoritas (las hojas verdes de las zanahorias) se las sigue comiendo de la mano. Muy enfadado no debe estar.
Pues nada, un besote muy gordo a la Abejita y a Sor Austringiliana que se la hecha de menos. Y otro para Curry.
Pobre Chufo.Cuántos sustos en poco tiempo...Menos mal que Curry está a doscientos y pico kilómetros.
ResponderEliminar¿Qué tal estáis ?
Ya sé lo de la discípula chunga y también me colgué al teléfono..Esto del año bisiesto no nos sienta bien a algunas.
Yo también echo de menos al ectoplasma,espero que vuelva...
Porfa,pon un contador,a ver el éxito que tenemos...
Un besazo
En el silencio sólo se escuchaba un susurro de abejas que sonaba.
Lo que no cuentan la arañita y la mosca es que Chufo se hizo sus aguas menores en la colcha de la cama que tengo aquí en mi habitación de ordenador. Por cierto, las aguas mayores son más fáciles de limpiar.
ResponderEliminarCuando se tiene silencio, se escucha todo lo audible y lo que no lo es.
Besos a los tres de este blog.
Está visto que Chufo está estresado.
ResponderEliminarBesos para la música lunera y el acorde
En el silencio sólo se escuchaba un susurro de abejas que sonaba.
Está visto que Chufo está estresado.
ResponderEliminarBesos para la música lunera y el acorde
En el silencio sólo se escuchaba un susurro de abejas que sonaba.
Mi hija compró un conejillo blanco y se murió enseguida,ahora está con la ilusión de un erizo,pero esto lo tendrá que negociar con su marido,a mí ya me han endosado perro,gata,loro,en otros tiempos tortugas y los hamsters porque me negué a tocarlos.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias Cosmo, por llegar hasta aquí.
ResponderEliminarEn aquellas fechas, María Ángeles tiene tanto miedo metido en el cuerpo que, a veces, escribe como anónimo. Y te das cuenta de que Sor Austringiliana desaparece. Lo de Abejita nació el día que quise matar a Sor Austringiliana.
Tuve un disgusto tremendo porque alguien tomó, o le convenía tomarlo así, al pie de la letra lo que decía la monja fantasma. He dicho alguien, pero fueron unos cuantos...
Como eres maestra, esto te sonará : movida contra una profesora , por un grupo que no da la cara pero que te lincha y te acusa de todo lo que se puede acusar a una infeliz e ingenua docente.
Fue una época muy dolorosa de mi vida, a la que llamé , más tarde, la rueda de los meses (de enero a junio). Me cargué parte de las entradas, para que no las tergiversaran. Estuve de baja médica.
Un abrazo