domingo, 19 de mayo de 2019

Crónica de una reunión lectora en torno a Concierto barroco de Alejo Carpentier.


Pedro Ojeda Escudero,  Paloma  Fernández Villa y Antonio. 

Crónica de la reunión mensual del Club de Lectura presencial de La Acequia y Alumni UBU

La primavera avanza, abril se acaba, el domingo hubo elecciones y el lunes cumplí años. Nos saluda el árbol junto a la ventana, no demasiado frondoso. 


El martes, 30 de abril , a las cuatro y media de la tarde, en el Seminario 119 de la Facultad de Humanidades, en la UBU, el Club de Lectura presencial de La Acequia y Alumni UBU,  dirigido por Pedro Ojeda Escudero, vivió una interesante reunión, en torno a Concierto barroco de Alejo Carpentier. 


Comenzamos recordando algunas sugerencias de lectura para el próximo curso. Pedro comenta la edición de Concierto Barroco que trae Paloma. Es de Siglo XXI, la primera editorial que la editó en España, es la octava edición. Es una edición muy artística, llaman la atención sus ilustraciones. 


-(Pedro Ojeda) ¿Vuestra opinión sobre Concierto barroco?

-(L.) No la he leído entera. Me ha costado entrar. En el tercer capítulo empiezas a entrar en ello. Luego he entrado.

Pedro Ojeda y Paloma Fernández Villa.

-(Lectora María Ángeles Merino) Se abre el concierto con el tintineo de la plata y las palabras. Plata, plata, plata, aquí lo que se queda, aquí lo que se va, el orín del amo cae en la plata, el orín de Francisquillo  al barro va y le sigue al compás, aquí lo que se queda, aquí lo que se va...El ritmo se nos pega, es una música insistente y repetitiva. ¡Es un concierto barroco! Triple barroco americano: europeo, indígena y negro a la vez. Vivaldi, Scarlatti y Haendel tocan juntos la ópera Motezuma, con las instrumentistas del Ospedale. Lo temporal que más da, si un exultante Louis Armstrong nos aguarda al final. 



-(L.) En el capítulo 5, el concierto mezcla personas, instrumentos y cacharros de la cocina. Muy simbólico.

-(L.) Me ha gustado, va jugando con los tiempos. Cita a Stravinsky,

-(Pedro Ojeda) Y a Wagner de forma indirecta: un alemán que vino a morir a Venecia de una apoplejía.

-(L.) Mezcla, desconcierto.

-(L.) Una adjetivación maravillosa, mucha ironía.

-(L.) Me ha parecido complicadísimo, lo he tenido que ir apuntando para llegar a conclusiones, un galimatías.

Pedro Ojeda
-(Pedro Ojeda) A ver si lo ordenamos luego.

-(L.) Pensé si todo iba a ser como el primer capítulo. Encontré una película mexicana basada en la novela titulada Barroco y protagonizada por Paco Rabal y Ángela Molina (1989). La vi empezar y  quise seguir viéndola, me quitaría la imagen que yo tengo. Me costó al principio muchísimo, luego me metí.



-(L.) Hasta el capítulo 5 me liaba, me ha costado trabajo. Me gustaría ver la ópera, para ligarla. No sé si la darán.

-(L.) Puedes ver entera la ópera Motezuma en You Tube.

-(L.) Patadas a la Historia, lo habitual en la ópera.

-(Lectora Paloma Fernández Villa) Me trae recuerdos antiguos. Me encanta la música barroca, el arte barroco, el horror vacui, los trampantojos. Esto es totalmente barroco, con un lenguaje impresionante. Sin embargo, yo no he visto que Alejo Carpentier defienda la historia de América. Se centra en los carnavales de Venecia y los siente, tiene una profundísima cultura. Mezclar a Haendel con Vivaldi y Scarlatti, hacer coincidir a los tres en Venecia, me parece genial.


-(Pedro Ojeda): Es una novela clave por el barroquismo. El barroco es el juego del trampantojo, el juego de los espejos, el juego de las duplicidades, duplicidad de escenas. El Amo manda en un sitio, el criado en otro, eso es muy barroco. Se recupera el concepto de lo barroco, en contra de una lectura muy directa. El lector no puede ser pasivo, no se enteraría de nada, la literatura es una fiesta: la realidad a partir de la literatura. Es literatura, no te confundas, recuerda que es una obra literaria.

El barroco es movimiento continuo, lo contrario a lo estático. Un movimiento circular, continuo, no para...Lo barroco se centra en lo irracional, en contra de lo racionalista. Recuperan lo fantástico, lo introducen en la realidad. El realismo mágico es la definición del barroco. De ahí el salto temporal: están en el XVII y pasan al XX (de Vivaldi a Louis Armstrong). No es una estructura lineal del tiempo. Al principio, no sabemos en qué época estamos, en el XVI, en el XVII, en el XVIII...Después aparecen datos que nos llevan al XVII: Vivaldi, Scarlatti y Haendel se concentran en Venecia. De pronto mezclan cosas que son del XIX. ¿Wagner? Y del XX. ¿Stravinsky? ¿Qué pasa aquí? Se está preparando la traca final, saltando a un concierto de Armstrong.

La Historia no está vista en su linealidad, nos está contando la Historia de otra manera. Hay un juego temporal, una ruptura espacio tiempo, no estamos en un hilo temporal, aunque el centro es el XVIII. No importa el hilo de continuidad, se nos rompe como lectores, no cuenta una historia tradicional. 

Sería muy fácil: el nieto de uno de Madrid se hace muy rico con minas de plata, no hay motivo para viajar, viene a España, España no le gusta, la razón es la música, quiere ir a Venecia. El rico sale de México, en La Habana hay epidemia, cambian el viaje. Madrid no les gusta nada, parte a Venecia y allí es el carnaval de los sentidos; al final le decepciona, el tiempo se quiebra y allí está Louis Armstrong tocando. El argumento es ligerísimo, no existe. Lo que nos está contando se sostiene en la música, en un movimiento circular que va creciendo hasta llegar a Louis Armstrong buscando el ritmo de la escritura en las enumeraciones continuas, los adjetivos, la síntaxis  acumulativa, las palabras eufónicas, la repetición de estructuras y los acentos situados en una clave determinada. Está haciendo poesía, prosa poética, con un ritmo que todos habéis percibido, es Rubén Darío en prosa.

Todo tiene que ver con la música, la grandeza de Carpentier es que, cuando él escribe Concierto barroco, publicada en 1974, solo se conservaba el libreto de la ópera Motezuma de Vivaldi (la música había quedado perdida tras la muerte del compositor, llegando hasta nuestros días sólo la letra) .Él imaginó como podía ser la partitura (que fue descubierta en 2002, en Ucrania). Le interesa esta ópera para escribir como pudo acceder Vivaldi a la historia: un rico llega a Venecia y le cuenta la historia de Moctezuma. Al músico le apasiona y comienza a escribir una ópera. Las inexactitudes son bestiales, con un Hernán Cortés que simpatiza con Motezuma, lo que le interesa es la exaltación de la unión de lo español y lo indígena. No cuenta el final de Moctezuma.



Hace un giro, introduce el elemento negro, construyendo por acumulación la realidad, no de toda América sino la del Caribe, incluyendo a México. Un nuevo mundo formado por lo indígena, lo español y lo negro; por eso termina con Louis Armstrong. La síntesis da el salto temporal, llega al siglo XX, el jazz pone todos esos elementos y ya tienen cabida lo europeo, lo americano y lo africano. Comprendemos una nueva realidad americana, esa es la lectura de Carpentier, con una intencionada visión: el Nuevo Mundo es el Nuevo Mundo, lo demás está caducado. Al protagonista de Concierto Barroco todo le parece mal: el Quijote, Galdós, los colores, los sabores...hasta las prostitutas le parecen peores. Cuando los personajes hacen el viaje, Mexico es el Imperio Español. La clave en el capítulo VIII, cuando el rico desea que triunfen los mexicanos:

"Nieto soy de gente nacida en Colmenar de Oreja y Villamanrique de Tajo, hijo de extremeño bautizado en Medellín, como lo fue Cortés...Y me di cuenta, de pronto, que estaba en el bando de los americanos, blandiendo los mismos arcos y deseando la ruina de aquellos que me dieron sangre y apellido."

Al rico indiano ya no le gusta Venecia:

"Regreso a lo mío esta misma noche. Para mí es otro el aire que, al envolverme, me escupe y me da forma."

Encontramos una defensa de lo americano y una definición de realismo mágico:

"Según el Preste Antonio, todo lo de allá es fábula. De fábulas se alimenta la Gran Historia, no te olvides de ello. Fábula parece lo nuestro a las gentes de acá porque han perdido el sentido de lo fabuloso. Llaman fabuloso cuanto es remoto, irracional, situado en el ayer...No entienden que lo fabuloso está en el futuro. Todo futuro es fabuloso."

Filomeno no volverá con el Amo, de momento irá a París porque en París le llamarán monsieur Philomène. En La Habana sólo sería "el negrito Filomeno".

Carpentier da un salto a la revolución cubana:

 "Eso cambiará algún día"."Se necesitaría una revolución"..."Y los que tienen plata no aman las revoluciones. Mientras que los yos , que somos muchos y seremos mases cada día."

No es España, es América: con lo negro, lo indígena y lo europeo. Faltaba lo negro y aparecerá, al final, en un salto temporal, Louis Armstrong triunfando, en un "nuevo concierto barroco".

"...y apareció en truenos, grandes truenos que lo eran de aplausos y exultación, el prodigioso Louis. Y, embocando la trompeta, atacó como él sólo sabía hacerlo, la melodía de Go Down Moses...".



Toda la novela está está estructurada de forma sinfónica, magníficamente trabajada.

Como dijo Paloma Fernández Villa:

"La sensación que tuvimos fue como haber estado presenciando un auténtico concierto de Vivaldi en el Ospedale della Pietá de Venezia."

A continuación, antes de dar por finalizada la reunión lectora, Pedro Ojeda, nos adelanta unas pinceladas sobre el próximo libro: Tea rooms de Luisa Carnés.

Tea rooms ha sido un auténtico éxito por varias razones. Luisa Carnés es una escritora perdida y recuperada, una mujer que no pasó a la historia de la literatura. Una mujer autodidacta, sin una gran formación, trabajó en un salón de té y empezó a construir su literatura cuando comenzó a trabajar como mecanógrafa. Defensora de la República, desde una postura feminista se pasó al Partido Comunista. A consecuencia de su compromiso político tuvo que exiliarse a México.



Tea rooms es una novela de la época en que se está pasando a un realismo social, con un compromiso ideológico de defensa de la mujer: mujeres que trabajan, vistas desde una perspectiva ideológica y social. Es interesante porque ha sido una recuperación. Luisa Carnés y Chaves Nogales constituyen dos grandes recuperaciones de escritores olvidados, si bien Chaves es más escritor, más formado.


Mi crónica está redactada, como otras veces, siguiendo mis rápidos apuntes tomados en la reunión, con la voluntad de acertar con su espíritu, ya que con la letra, toda la letra, es humanamente imposible. 

Un abrazo para todos los que pasáis por aquí de:

María Ángeles Merino

4 comentarios:

María Pilar dijo...

¡Feliz cumpleaños!, con retraso, pero por eso de que más vale tarde que nunca.
¡Uf! Carpentier siempre me ha parecido muy barroco en el lenguaje de lo poco que he leído de él y leyendo esta entrada me lo has confirmado. Es la primera vez que no me animo a leer un libro de los que citáis.
A ver "Tea rooms", me suena muy actual. Seguro que merece la pena.

Un abrazo.

Sor Austringiliana dijo...

Gracias María PilarYa Ya ves que a mis compañeros de Lectura les costó entrar pero al final se quedaron dentro por la magia de las palabras. A mí también.. Tea room es otro mundo :hambre, cansancio, explotación, acoso, mujeres obreras en loa años treinta del pasado, actual todavía.
Un sbrazo

Myriam dijo...

Gracias por tu magnífica crónica con palabras mayores. Qué digo ¿magnígica? SUPERmagnífica.

Ya te felicité por FB en su momento, pero vuelvo a desearte aquí tida la 🎊 felicidad 🎊 del mundo mundial.

Besotes barrocos

Sor Austringiliana dijo...

Gracias Myriam. La crónica de un libro que al principio es duro de pelar pero después te mete en un concierto de palabras y las notas te las imaginas. Barroquísimos besos.