miércoles, 7 de junio de 2017

Pasos en la piedra en la Sala Polisón (2)


José Manuel de la Huerga y Pedro Ojeda

Segunda parte de la crónica sobre la presentación, en la Feria del Libro de Burgos, el día 20 de junio, de la novela Pasos en la piedra de José Manuel de la Huerga, comentada por la que esto escribe, María Ángeles Merino, junto a su inseparable amiga de lecturas, la llamada Austringiliana, Austri para los amigos. Redactada para la lectura colectiva de La Acequia, dirigida por Pedro Ojeda. 


-(María Ángeles) En la entrada de la semana pasada, dejé inacabada la crónica de la presentación de Pasos en la Piedra. Nos quedamos soñando con un pájaro singular que sólo canta en el plenilunio de primavera, en el amanecer y en el atardecer del jueves y del viernes santo: Lunada, Carduelis lozanía. 

Por un momento, la Sala Polisón se metamorfoseó en espesas orillas de un río mágico, y ocultos en las orillas, entre  carrizos, acompañábamos al personaje de Antonio Lozano, el Pajarero que lleva toda su vida buscándolo, a pesar de la rechifla de su colegas biólogos. El oído muy atento y los ojos clavados en la primera luna de la primavera, la de la corona de espinas. Fue un instante, créeme, Austri, cantaba un pájaro.



--(Austri) ¡Anda que no hay pájaros allí cerca! En los árboles del Espolón, en las riberas del río, todo pegadito al Teatro Principal y a la Sala Polisón.

--(María Ángeles) No, Austri, que cantaba muy cerca. ¡Y su canto es inconfundible! ¡Era el Carduelis lozania! 

"Dulcemente modulado, más quejoso que el ruiseñor bastardo, con más variedades cromáticas que el verdecillo, no tan urgido como el mirlo, pero sí preciso en el mensaje en el límite de la dejación." (página 62)

-(Austri)¿Qué entenderás tú de pájaros y sus matices musicales? Me parece que tú también has caído en el realismo mágico del escritor.

-(María Ángeles) Sí, eso debe ser. Hubo un lector que así lo manifestó y el autor lo confirmó:

-(Un lector) Esta presentación me ha llevado al realismo mágico de García Márquez.

-(J.M. de L.H.) Hay elementos, el realismo mágico empezó con Pedro Páramo que dejó una huella tan honda en todos los que van detrás como García Márquez o Vargas Llosa. En Solitarios, mi anterior novela, está más presente: una mujer que regenta un ultramarinos, vive con sus padres sordos, escucha la radio y juega a las cartas; un viajero portugués llega, tiene un hijo llamado Cachelo (Cachito) que nace sordo. Un curandero le dice que la lengua portuguesa es la mejor y se va a Portugal en busca del caballero...



Hay un espacio mágico; la presencia del pájaro en la novela. El arranque de la novela tiene algunos ingredientes simbólicos, líricos. 

--(María Ángeles) José Manuel de la Huerga nos va mostrando sus pequeños tesoros poéticos: una estrella de mar, la pluma de un jilguero, un nido y algo que nuestra amiga Carmen Ugarte, allí presente,  tradujo como "pajarito". Ya sabéis esos pitos que se llenan de agua y al soplar suenan como el canto de un pájaro. El autor lo llamó tzitzitlin, yo apunté "chichitrín", nos dijo que que se lo regalaron en Guadalajara, México.

--(Austri) Sí, como los trinos incansables de los niños, aquí, en el Espolón, cuando ponen las casetas de la Feria de la Cerámica. Los "pajaritos" son de barro y sólo tienen una caída. Los tzitzitlines aztecas aguantan más, no recuerdo de qué material dijo que eran. Echó un poco de agua de la botellita de agua mineral y nos hizo la demostración.

(J.M. de L.H.) «La primera luna llena de primavera lleva corona de espinas". 

La tradición de las golondrinas que recogieron la sangre de Cristo, el petirrojo manchado por la sangre de Cristo.

-(P.O.)  Has atrapado al público, te atrapa por la virtud del que sabe contar, perdimos la oralidad en la narrativa, el Quijote es un relato oral. Nos has vendido muy bien el libro.

-(P.O.) Torrente Ballester y su Saga Fuga de J.B..

-(J.M. d L h) Está Torrente Ballester muy presente.

-(María Ángeles) ¡El Corpo Santo y Santa Lilaila nos asistan!

(Un lector) ¿Qué pasó con el pajarito? (Se refiere al pinzón que encontró muerto y que su hija dibujó). 

(J.M. de L.H.) Enterrado bajo un tejo.

El tejo, el árbol mítico para los celtas, es un árbol muy especial para el escritor. Nos habla de su potente veneno, pero la "gominola" se come. Pedro Ojeda y nuestro amigo Paco Cuesta comparten ese amor hacia el tejo. Como Alas, personaje de la novela, fraile amigo de la Teología de la Liberación, que encuentra en el tejo un buen lugar para huir del mundo:

"Hasta un tejo sin tronco, cuyas ramas desde el suelo habían cerrado una cúpula espesa en la que Alas se escondía algún día de verano, cuando jugaba a desaparecer del mundo." (Página 224)


-(J.M. de L.H.) Hay mucho de mí, toda novela es autobiográfica. Una cosa tan casposa, una tradición que me gusta y me cuesta digerirla.

-(P.O.) Rechazo ante un tiempo que debía cambiar porque somos mezcla de intelecto y sentimiento. Tal y como dije, nos ha atrapado con la palabra, nos ha atrapado con el relato. Otras para un tirón, nos atrapan las pequeñas cosas, retratos y ambientes.

--(María Ángeles) José Manuel de la Huerga padece la misma contradicción que su personaje Germán Ojeda. Las tradiciones de Semana Santa de su pueblo le parecen fuera de tiempo pero no dejan de atraerlo irremediablemente. ¡Y las muestra con cierto orgullo, y un poco de rubor, a su amigo extranjero! Incluso esas barbaridades de azotarse y dejar que la sangre corra...

--(Austri) Es una novela llena de pequeñas cosas, a veces pequeñísimas. Botellas de butano que hacen guardia, sábanas infinitas que rozan melenas, compunciones de madre, silencios de adolescente, peluquerías  de caballeros de las de antes, cafeterías de nombre americano con ka a ser posible, un dogedar entre calles estrechas, un gobernador civil que saca el pañuelo ante una dirección prohibida, los lomos de bacalao de El Pez de Oro...

-(María Ángeles)  Unos retratos de ambientes que reconocemos especialmente los que vivimos en aquella sociedad vieja. La mirada cinematográfica de Germán que barre toda la ciudad provinciana y la del joven alemán. Antropológía, qué cosas tan raras estudian por ahí fuera: 

"Él era el intelectual que tenía el poder de explicar su supuesta dolencia a aquella gente sencilla, atrasada del progreso de Europa más de medio siglo...pero todo tiene su explicación en las raíces antropológicas, en el atraso democrático en que estáis inmersos y que a mí me beneficia, porque estáis detenidos en el tiempo y sois puros, sois auténticos."

-(P.O.)  Animo a leer esta novela, disfrutar de las palabras, de la adjetivación, de enfrentarnos al pasado. Nos va a sorprender. Leerlo con cariño. Un premio al lector.

Para finalizar, José Manuel de la Huerga nos lee un encuentro de los amantes, a la manera del Cantar de los Cantares, como unión física y espiritual.

"La flor del rosal silvestre huele a tu cuello, cuando retozábamos en la hierba.
Trenzaré una corona con las flores menudas de la orilla y te coronaré.
Tu desnudez se esconderá en la espesura y nadie alcanzará a distinguir nuestros abrazos.
Tronco de árbol es tu talle, que cimbrea.
Y tus brazos ramas que acogen el nido de los pájaros.
Como coronas, tejidos de ramas y penachos son los nidos, donde nuestro amor pondrá su cima.
Disfrazados entre los juncos, ¿quién nos señalará?  
Túmbate amor, cubriré tus cumbres con los pétalos, corolas sean coronas en el monte del amor.
Durmamos al abrigo de las hojas, o en las cuevas del vino que me embriaga.
O no, que amor surge, salgamos al claro entre los árboles, la nieve cae.
¿Cómo se coronará el amor bajo los copos?"
(Página 184)

"No podrá el invierno con tanta primavera",  foto de Agustín Merino (Palacios de Benaver)

Con estas bellas palabras del amor en el frío acaba el acto. Saludamos al autor que dedica nuestros ejemplares con el clavel de Grandola Vila Morena. Un placer conocerlo.



Un abrazo para todos los que pasáis por aquí de María Ángeles Merino.
Y Austri.

10 comentarios:

Myriam dijo...

Ay! Esa rosa congelada!
"Túmbate amor, cubriré tus cumbres
Con los pétalos, corolas sean coronadas en el.montd del amor": bello!

ABRAZOS

La seña Carmen dijo...

Novela de detalles escondidos aquí y allá, muchos de ellos pasarán desapercibidos: la búsqueda del bosque nos impedirá ver los árboles.

Los versos inspirados en el Cantar de los Cantares son de esos pasajes que hay que leer con cuidado.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

El cuento que nos regaló para cerrar la sesión es inolvidable. Qué buena hora pasamos. Gracias por levantar acta.

jmdelahuerga dijo...

Qué fortuna, amigas, sois.
Qué gusto, leer vuestras hermosas palabras, emboscado.
Emboscado está el amor,
el amor une autor y lectores, en el calor de las palabras.

jmdelahuerga dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Abejita de la Vega dijo...

El sabio Salomón aplaudiría al escritor.
ABRAZOS MYRIAM

Abejita de la Vega dijo...

Los detalles son lo mejor, buscamos el bosque...si no lo encontramos tampoco pasa nada.
Con cuidado.
Abrazos Carmen

Abejita de la Vega dijo...

Un acta a la que saqué su juguito. Inolvidable.
Abrazos

Abejita de la Vega dijo...

Emboscados al calor de las palabras. De tu libro y un poquito más que nos dedicas aquí. Gracias.

Abrazos

Ele Bergón dijo...

Una interesante entrada. Se ve que os sedujo el autor, tanto a Austri, como a ti y a los asistentes: El canto de los pájaros y su reproducción, el realismo mágico, los detalles, las procesiones y hasta un poema al estilo del Cantar de los Cantares, incluyendo la dedicatoria de tu libro. Debisteis de pasar una gran tarde.

Besos