miércoles, 9 de noviembre de 2016

Comenzamos a recrear Niebla, de Unamuno.


 El sábado pasado, las hojas mojadas se pegaban en los cristales y decidí sacar de la niebla a mi amiga Austri, ente de ficción. Confío en que no se me rebele, que no imite a Augusto Pérez.



-¡Austri! ¡Bienvenida! Deja el paraguas y la gabardina la colgamos aquí, a ver si se va secando.  ¡Tenemos una buena lectura para una tarde de lluvia! Siéntate y te cuento lo que se me ha ocurrido.

-¡Tu Niebla es de Austral como la mía! ¡Edición de 1971! ¡Qué buena pinta tienen las magdalenas! ¿Y las copas con la botella? 

-A ver, te explico. El Cointreau va a ser mi magdalena de Proust, un fenómeno que asocia una experiencia sensorial con un recuerdo. ¿Sabes de qué te hablo?


-Sí, el escritor Marcel Proust que se llevó a los labios una cucharada de té con un trocito de magdalena y le invadió un placer insospechado, despertado por la memoria de un sabor que le llevó a los veranos de su infancia: desde la magdalena mojada en tila que le daba su tiíta hasta todo un rosario de recuerdos. Así tres mil páginas de En busca del tiempo perdido. 

-Eso es, porque: "el cerebro guarda cientos de historias, sabores, olores, sonidos...que de repente nos sorprenden y trasladan a otro momento". Tú también me sorprendes, Austri.

-¿Y qué tiene que ver el Cointreau con todo eso? ¿Te va a ayudar a recordar? Lo normal es beber para olvidar.

-Muy graciosa. Recordarás que leímos Niebla cuando estábamos en COU, aunque aquel profesor no se molestara en explicarnos nada ni de Unamuno ni de su obra. Ni siquiera nos pidió un trabajo escrito. Se limitó a decir, a principio de curso, que había que leer Niebla. Sería cosa de los programas oficiales.

-¡Y la mayoría lo leímos por si las moscas! ¡Con los alumnos de ahora tenía que haber dado!

Lo recuerdo. ¿Pero qué tiene  que ver la nivola de Unamuno con esa bebida?

-Tiene que ver porque recuerdo que comencé a leer Niebla, un domingo, tras una celebración familiar en un restaurante. Al final de la comida, alguien pidió una copa de Cointreau con hielo. Y me animó a pedir otra para mí, si sólo era naranja...¡Como si fuera una Fanta!

-Así que comenzaste a leer a Unamuno, bajo los efectos del alcohol de alta graduación.

-Bebí muy poco, ya sabes mis costumbres, pero me sentía algo eufórica. Me fui enseguida a casa y, no sé por qué, cogí aquel libro del cual el profesor parecía haberse olvidado. ¡Y me gustó! ¿Tú lo leíste?

-Claro, como tú. Ya sabes que somos almas gemelas. Ahora lo he vuelto a leer y ya no es el mismo libro. 

-No es la misma realidad de Niebla. No puede serlo porque la realidad de esta "nivola" no es la de un hombre que vivió en el pasado. "La realidad es el sentimiento de ser que cada lector tiene al leer la obra. La construcción literaria depende de este sentido personal de cada uno...Y detrás del hombre Unamuno hay la re-creación del lector, que en último caso está al fin de la cadena recreativa. (Mario J. Valdés)" 



-Así que lo único real es nuestro acto de lectura. Somos los recreadores, el último eslabón. Don Miguel nos concede la categoría. 

-Nunca nos bañamos en el mismo río, nunca volvemos a leer el mismo libro. Vamos a comentar dos recreaciones, dos sentimientos de ser, dos libros. El del pasado y el del presente.

-Pero la tuya no es la misma que la mía.

-Tú, calla, Austri, que eres un ente de ficción. 

-Tus deseos "son para mí mandatos". Comienza, pero que sepas que tú tampoco posees "libre albedrio". 


Empiezo. ¿Quién era Miguel de Unamuno? Un gran escritor español, no cabe duda. Sólo por el capítulo XXXI de Niebla, el de la rebeldía del protagonista Augusto Pérez ante su "señor creador", merecería ocupar un puesto de honor en la literatura española. Aquellas palabras inolvidables:

"...¿conque he de morir ente de ficción? Pues bien, mi señor creador don Miguel, ¡también usted se morirá, también usted, y se volverá a la nada de que salió...! ¡Dios dejará de soñarle! ¡Se morirá usted, sí, se morirá, aunque no lo quiera; se morirá usted y se morirán todos los que lean mi historia, todos, todos, todos sin quedar uno!..." 

-A ti parece que te hicieron especial mella, recuerdo que cuando escribiste, en este blog, sobre tus primeras lecturas, decías: "Y, qué angustia, Dios dejará un día de soñarme, porque soy "un ente de ficción"..."

¿Qué sabían de Unamuno aquellas dos adolescentes que vivían los los últimos coletazos de la dictadura franquista? 

-Poca cosa, lo habíamos estudiado dentro de "la mal llamada generación del 98 (Unamuno, Baroja, los Machado, Valle Inclán)"que , como explica Pedro Ojeda, "en realidad pertenecen a la misma estirpe literaria del modernismo que cambiará la forma de afrontar el arte".  Pero a nosotras nos pintaban a unos escritores, todos juntitos, que se echaban las manos a la cabeza ante la pérdida de las últimas colonias de ultramar: Cuba y Filipinas, ante la decadencia del país. Vaya, parece que la "magdalena" funciona.



-Aquí tienes una biografía de Unamuno, de la socorrida Wikipedia:


-¡Qué insistencia con lo del 98! El gran escritor vasco Unamuno, autor de artículos, poesía, ensayo, teatro y novelas, el intelectual comprometido y desterrado, el rector de Salamanca, persona inquieta y contradictoria, "contra esto y aquello", en diálogo constante consigo mismo, reflexionando sobre  la existencia real del hombre, la inmortalidad, la agonía, el alcance de las palabras...

Vivió los últimos meses de su vida en arresto domiciliario, tras el "venceréis pero no convenceréis". Aquel último día de 1936, el olor de la zapatilla en el brasero avisaba a un atónito acompañante falangista de que don Miguel volvía, en soledad, a la niebla.

-Vamos a meternos en Niebla. Recuerdo que me sorprendió encontrarme con la voz de Víctor Goti  (prólogo)y después con la de Unamuno (posprólogo) que no parecía muy contento con lo que el prologuista había escrito. Me preguntaba a qué estaban jugando.

-Aquí dice que es una técnica llamada "duplicación interior", la misma de Cervantes en el Quijote, con su juego de narradores escasamente fiables. 

"Víctor Goti, personaje y prologuista, está escribiendo una novela que es exactamente la obra que el narrador-ente ficticio y portavoz del autor-está presentando. Detrás de este narrador, que se identifica como Unamuno, hay por supuesto el autor verdadero que es el hombre histórico Unamuno, pero de éste sólo hay la sombra implícita. Y detrás del hombre Unamuno hay la re-creación del lector, que en último caso está al final de la cadena creativa. (Mario J. Valdés)"

-Nosotras nada sabíamos de laberinto, del juego de espejos en que nos metíamos. Nos sentiríamos aliviadas, momentáneamente, al leer el primer capítulo, cuando conociéramos a Augusto Pérez, a la puerta de su casa, extendiendo la mano para ver si llovía. ¡Por fin la novela! ¡No imaginamos lo que íbamos a encontrar después!




-El prólogo es el más extraño que nunca leímos. El prologuista,Víctor Goti, se muestra con una humildad sospechosa:

"Se empeña don Miguel de Unamuno" en que ponga él el prólogo, invirtiendo la costumbre de que sea el escritor conocido el que prologue al desconocido. La razón parece muy razonable: "los libros más se compran por el cuerpo del texto que no por el prólogo".  

-Y no puede menos "sino escribirlo, porque los deseos del señor Unamuno son para mí mandatos". El que manda manda, Víctor "carece...de libre albedrío". Le queda un consuelo: "tampoco goza don Miguel de él". La situación existencial les iguala, que se chinche.

-Goti se va a desquitar con un prólogo paródico. Nos va a mostrar a un Unamuno elevado a la enésima potencia, quisquilloso, de espejo de feria, tan exageradamente unamuniano que produce un efecto cómico. Una autoparodia genial que toma como referente la que hizo Cervantes de las novelas de caballerías. 


El Quijote en el molino de Alcázar de San Juan.

-Un efecto cómico y un efecto de "texto flotante sin realidad"(M.J.V).

-¡Y nosotras, en 1974, nos tomamos en serio la parodia quijotesco unamuniana!  Sabíamos muy poca cosa de los dos migueles  más grandes.

Un don Miguel que ha entablado lucha "con la ingenuidad pública", con la "gente cándida" que escribe comentarios en los periódicos de provincias. Los que consideran irreverente "aquella frase de que el Sr. Cervantes (don Miguel) no carecía  de algún ingenio". Los que se escandalizan, se enternecen, se entusiasman con las verdades ramplonas y manoseadas que Unamuno ha recogido "después de haberlas recojido por todos los cafés, círculos y cotarrillos". Los que se indignan de que don Miguel escriba Kultura con K. El público ingenuo que no entiende sus diabluras, piruetas tales como subrayar al azar unas palabras cualesquiera de un escrito, para que los lectores se rompan la cabeza buscando una intencionalidad. ¡Y él odia los subrayados y bastardillas que equivalen a llamar tontos a los lectores!

-Otras veces, arremete contra los que en España se llaman humoristas que no son sino satíricos, irónicos o festivos. Que el humorismo "lejítimo" no ha prendido aquí, humorista era Cervantes con sus tomaduras de pelo, como los  remedos de los libros de caballerías. 

- Sí, aquello de "No bien el rubicundo Febo" o "La del alba sería". Modelos de estilo para "ingenuos cervantistas". Y que dejan con la boca abierta a un público, "nuestro público", "poco culto" y "receloso" que quiere saber a qué atenerse y le molesta que "se mezclen las burlas con las veras". ¿En broma y en serio a la vez? Es difícil que lo entienda "un receloso español de término medio". 



"La del alba sería"

-Y don Miguel no quiere morirse sin escribir una obra en que lo trágico y lo bufo "fundidos y confundidos". ¿Romanticismo? ¡Clasicismo? No, que lo de poner motes no resuelve nada. 

-Nada de motes, su monomanía es la de la inmortalidad del alma. Si el alma no es inmortal, no hay nada que merezca la pena. De ahí el tedio y el pesimismo...

-En aquella mi primera lectura, yo estaba un tanto harta de los motes del libro de texto de literatura, seguro que me parecía de perlas. En cuanto a la inmortalidad, yo era creyente todavía...¡Y me molestaba lo de llamar inculta a la gente! 

-¿Reír? Don Miguel se empeña en que, si se ha de hacer reír, no sea para ayudar a la digestión de ideas sino para que vomiten lo engullido, "pues se ve más claro el sentido de la vida y del universo con el estómago vacío...". No hay ironía sin hiel y su tarea es desagradable: "un masaje de la ingenuidad pública, a ver si el ingenio colectivo de nuestro pueblo se va agilizando y sutilizando poco a poco". 

-¿Ingenioso el pueblo español? "Pueblo que se recrea en las corridas de toros y halla variedad y amenidad en ese espectáculo sencillísimo...". Nunca me gustaron los toros y, seguramente, al llegar aquí, yo asentiría. "Bazofia del ingenio de puchero", eso es.

Goti ya ha cogido carrerilla. Si a todo lo anterior se añaden los juegos de conceptos metafísicos, se comprenderá que la gente se aparte con disgusto de su lectura. Les duele la cabeza o estiman que esos conceptos no admiten burlas ni jugueteos. Incluso puede haber quien salga diciendo que hay en el libro pasajes escabrosos o pornográficos.

-Al llegar aquí, nos quedamos con la boca abierta. ¿Pornográfico don Miguel? Menos mal que el prologuista es contundente: "Su repulsión a toda forma de pornografía es bien conocida".

-Comienza Goti a desvariar, no le extraña ese consorcio de lo erótico con lo metafísico: "El culto a la mujer coincidió con el culto a las sutilezas conceptistas...Lo erótico y lo metafísico se desarrollan a la par.".

-Sigue con Jenofonte y Sócrates y la cortesana Teodota y el parentesco que hay entre los oficios de cortesana y filósofo partero. ¡Para ya Víctor Goti! 

"Y si todo esto no es así como digo, no me negará al menos que es ingenioso y basta".

Pero no basta, sigue con "don Fulgencio Entrambosmares del Aquilón", personaje de otra nivola anterior: "Amor y pedagogía". Tan ilustre autor establece: "una religión guerrera y una religión erótica, una metafísica guerrera y una metafísica erótica...y el belicosismo belicoso". 



¡Un genio de la combinatoria! Esto no hay quien lo aguante. 

-El prologuista no guarda todavía la pluma, no se aguanta sin contarnos el final. ¡Un spoiler o destripamiento de la novela ya en el prólogo! Novela evidentemente no, nivola.

"...mi desgraciado amigo..Augusto Pérez...se suicidó realmente y de hecho, y no sólo idealmente y de deseo. Creo tener pruebas fehacientes...Y con esto acabo."

-Don Miguel sonríe maliciosamente desde uno de los espejos del laberinto. 

-Llegamos al Post-Prólogo. Lo firma M. de U. De buena gana discutiría las afirmaciones de su prologuista, pero le había rogado que lo escribiese y se comprometió a aceptarlo. No es cosa de rechazarlo ni corregirlo; pero no puede dejar pasar ciertas apreciaciones suyas.

-Goti ha cometido la indiscreción de hacer uso de confidencias y publicar juicios que el autor nunca tuvo la intención de que fueran públicos. "O, por lo menos...nunca con la crudeza que ne privado los exponía".  

-Y en cuanto a la muerte del desgraciado, o lo que fuese, Augusto Pérez:

"...su afirmación...de que...se suicidó y no murió como yo cuento su muerte, es decir, por mi libérrimo albedrío y decisión, es cosa que me hace sonreír."

-Ya lo sabes, Víctor Goti, porque le ha dado la gana y ándate con tiento. No discutas sus decisiones porque acabará haciendo contigo lo que con tu amigo Pérez hizo:

"Y así, yo soy capaz de matar a Goti si veo que se me va a morir, o de dejarle morir si temo haber de matarle".

-No quiere prolongar más el post-prólogo. Muy correctamente, da la alternativa a Victor Goti y agradece su trabajo.

-¡Y ahora por fin la novela novela!

-¡Eso nos creíamos!

Me despido de Austri. Le sugiero que vuelva a la niebla, que ya le diré cuando tiene que salir. Me contesta que mis deseos son mandatos, que obedece cual ente de ficción, muy modosita ella.

¡Ojalá fuera una ficción lo que están contando ahora mismo los medios de comunicación!

Cierro esta entrada en una mañana fría, muy fría, ya sabéis.

Un abrazo de María Ángeles Merino

Niebla, Miguel de Unamuno,edición de Mario J. Valdés, Cátedra, Letras Hispánicas, quinta edición, Madrid 1985, ISBN 84-376-0347-1.
Niebla, Miguel de Unamuno, colección Austral, edición de 1971.

https://es.wikisource.org/wiki/Niebla
http://queaprendemoshoy.com/%C2%BFque-es-eso-de-la-magdalena-de-proust/
http://elpaissemanal.elpais.com/confidencias/la-magdalena-de-proust/

https://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_de_Unamuno
https://es.wikisource.org/wiki/Categor%C3%ADa:Obras_literarias_de_Miguel_de_Unamuno
http://www.catedra.com/libro.php?codigo_comercial=141154
http://laacequia.blogspot.com.es/2016/11/niebla-unamuno-y-la-nivola-como-forma.html
http://laacequia.blogspot.com.es/2008/07/el-autor-del-quijote-un-traductor-y-el.html
http://aranitacampena.blogspot.com.es/2012/11/el-placer-de-la-lectura-siguen-las.html
http://www.abc.es/hemeroteca/historico-30-12-2006/abc/Opinion/un-hombre-solo-(unamuno-1936-2006)_153674940459.html


17 comentarios:

La seña Carmen dijo...

... y la aplicada lectora y comentarista hace tiempo que inventó una Austri con la que conversar. Bienvenidas a Niebla este día de frío sol.

Bertha dijo...

Descarga muchas tensiones tener un amigo invisible o una colaboradora de ficción como Austri.-La verdad es que esta tan metida en su papel que no se nota quien es quien...

Ya me lo dijo mi amiga Mila la de Burgos: que hace un frío de fundamento como ella le llama y eso que son los primeros:como seran los segundo y más.-Hasta aquí me llega;)

Bertha dijo...

...un abrazo estimada MªAngeles.

pancho dijo...

Vaya recorrido por el prólogo, bien resaltado lo fundamental. Es un prólogo anti prólogo, el autor parece enfadado con el mundo. Hay cosas bastante ofensivas para escritores, lectores, habitantes del sur de España,etc... Algo escasamente usual. Pero con lo poco que se lee en este país, seguro que la cosa no trascendió. Bueno, es sabido que con Valle salía discutiendo cada vez que se veían.
Estupendo trabajo, con buenas ilustraciones.
Un abrazo.

DORCA´S LIBRARY dijo...

Cada nueva lectura es un nuevo libro, aunque éste ya se haya leído. Los libros son como esas muñecas rusas, cuando los abres, descubres que siempre tienen algo más dentro.
Un abrazo, amiga de caminos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Me ha gustado mucho este juego. No solo con Austri, sino con tu pasado. Releer los clásicos (son los únicos que soportan una relectura en serio) es una experiencia que nos devuelve (con o sin Cointreau)a lo que fuimos. Buena glosa del prólogo y del postprólogo.

Ele Bergón dijo...

Parece que sí OS hizo efecto la la magdalena con el cointreau a las dos. Los sabores nos llevan a nuestro pasado, pero solo en el recuerdo que como bien dices, nunca será el mismo, porque siempre será "el otro",

genial Unamuno en estos prólogos. Lo que sigue, mejor. BueNa elección hizo nuestro amigo de Salamanca.

Besos

Myriam dijo...

Me apunto al cointreau y a la magdalena también, no vaya a ser que mi Proust querido se me ponga celoso. Me he reído un montón con el humor que te has gastado, bueno, se han gastado las dos, tú y tu ente de ficción, a quien conozco desde hace tiempo.

Me he reincorporado luego del largo viaje, aunque menos largo que otras veces, pero se siente con el retraso que llevo con el Club de Lectura.

Besotes y gracias por estar siempre presente en mi casa, aún en entradas programadas.

Abejita de la Vega dijo...

Austri es vieja amiga. Y más vieja aún es su antepasada Sor Austringiliana.

Abejita de la Vega dijo...

Somos almas gemelas.En Burgos nos pasamos el día hablando del frío como si fuera novedad.

Abejita de la Vega dijo...

Prólogo paródico. Unamuno unamunísimo se pasa.

Abejita de la Vega dijo...

Muchas capas tiene Niebla.

Abejita de la Vega dijo...

Los clásicos siempre a nuestra disposición.

Abejita de la Vega dijo...

Los clásicos son magdalenas de Proust de papel. Buena elección...no sólo del de Salamanca.

Abejita de la Vega dijo...

Apuntada.Ya tienes mérito si has leído a Proust. Te espero.

Abejita de la Vega dijo...

Gracias y besos a todos.

Abejita de la Vega dijo...

Apuntada.Ya tienes mérito si has leído a Proust. Te espero.