martes, 14 de enero de 2014

Ojos oceánicos y pájaros que picotean estrellas.

Poema 7

INCLINADO en las tardes tiro mis tristes redes
a tus ojos oceánicos.

Allí se estira y arde en la más alta hoguera
mi soledad que da vueltas los brazos como un
náufrago.



Hago rojas señales sobre tus ojos ausentes
que olean como el mar a la orilla de un faro.

Solo guardas tinieblas, hembra distante y mía,
de tu mirada emerge a veces la costa del espanto.

Inclinado en las tardes echo mis tristes redes
a ese mar que sacude tus ojos oceánicos.



Los pájaros nocturnos picotean las primeras estrellas
que centellean como mi alma cuando te amo.



Galopa la noche en su yegua sombría
desparramando espigas azules sobre el campo.



"Inclinado en las tardes", un poeta náufrago agita sus brazos, mientras desgrana un collar de adelgazadas palabras de amor:

"Hembra distante y mía", fatigado de tirar "mis tristes redes", de hacer "rojas señales sobre tus ojos ausentes", me quedé dormido.

Y soñé, era tan pequeño que me zambullía en el iris verdoso y azulado de tus ojos. Aquel era el más hermoso de los océanos, buceaba en un halo de peces plateados y destellos rojos, envuelto en la ardiente luz de "la más alta hoguera". Las "tinieblas" y "la costa del espanto" desaparecían . "Las primeras estrellas" y mi alma centelleaban de la misma manera, los pájaros nocturnos las picoteaban, hambrientos de luz. Mas no nos hacían daño, amada mía. La noche se alejaba "en su yegua sombría". Tú y yo éramos una sola cosa. Todo el océano eras tú. Las espigas eran de oro.

Porque el poema 7 me dictó  una inmersión del poeta en unos ojos oceánicos. 

Un abrazo de:

María Ángeles Merino

Las palabras en naranja están extraídas de: “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”
Sin duda, las playas de Estepona me ayudaron a sentir a Neruda.

7 comentarios:

Paco Cuesta dijo...

El mar enigmático e inmenso como los ojos de la amada.
Gracias

Kety dijo...

Como nos vamos empapando de Neruda.
Me gusta, me gusta.

Un abrazo Mª Ángeles

Bertha dijo...

Esos ojos que le inspiran al poeta tantos estados anímicos.

Precioso!

Un abrazo MªAngeles.

pancho dijo...

"Galopa la noche en su yegua sombría" es una imagen literaria alucinante. Palabras mayores.
Para que el amor se goce tiene que ser correspondido, es cosa de dos. De otra manera lo que le queda al poeta es abrazarse a la ausencia y a los recuerdos. Como hacía
el maestro . Bello poema visual.

Un abrazo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

En efecto, el poeta es un náufrago que solo puede encontrar refugio en los ojos amados, aunque sea un breve, brevísimo instante.

Ele Bergón dijo...

Como te dice Kety, me gusta, me gusta, cómo te has sumergido en Neruda y sus palabras de este poema número 7 que lo llena todo con sus "ojos oceánicos"

Besos

Luz

PENELOPE-GELU dijo...

Buenas noches, Abejita de la Vega:

¿Será posible? A una persona de interior y de secano como yo, después de ver tu entrada, leer los comentarios, y “escuchar” la canción con la dirección de la calle Melancolía que nos ha enlazado pancho de Sabina, y el poema 7 de Neruda recitado por el profesor Ojeda, ¡todo junto ha conseguido emocionarme!.
Ya ves, precisamente “ojos oceánicos y pájaros que picotean estrellas”.

Abrazos.