viernes, 21 de enero de 2011

Las tentaciones y conspiraciones del paisano capitán Paisán



"La noche no era fría, pero si el clima espiritual de la ciudad, y él era capaz de sentirlo como si fuera una presencia física que lo envolviera todo"

Comentario a la última parte del capítulo 2, "En la Comandancia de la División", de libro "Inquietud en el Paraíso", de Óscar Esquivias.

Recordáis que el cura que está esperando a Rodrigo, en la puerta del Seminario, se queja de que le hagan trasnochar. Al día siguiente ha de decir tres misas tempranas. La última es la de San Gil, la de las..., ahí se queda atascado.Ya sabe Rodrigo que es la misa de las "piculinas", las de la mancebía de San Esteban. Allí va a encaminarse el capitán Paisán, tras más de una hora de deambular por Burgos, vestido de Paisán paisano y con cédula falsa.

El capitán sale de la Comandancia y siente el frío de una noche no fría. Pasea por las calles solitarias, los cafés y cantinas están cerrados. Sólo están abiertas las tascas más miserables, con sus viejos alcoholizados y tristes. Música zarzuelera, algún piano flamenco y el tosido de un gitano que canta o se arranca las flemas, vete a saber.



"De más lejos llegaba el sonido de un piano flamenco..."

Se siente extraño sin uniforme, confía en no parecer un conspirador sino un oficinista en busca de expansiones. "Acostarse con una mujer y escupir en ella todos sus nervios". Esa sería la terapia que se impone ; mas no es prudente,debe contenerse.

Lleva una hora andando, ahora sus manos están hinchadas y torpes. El calor, la tensión, la angustia. Dedos abultados como los de un artrítico. Como los granos del tenientito de tranmisiones o el labio hinchado del general González de Lara. El cuerpo delata las emociones, es muy indiscreto.

Se lava las manos en la fuente de la Flora, en medio de una plaza llena de tilos y de borrachos tendidos. Chicos de pueblo,apestando a vinazo, sudor y pies. Flora, vieja diosa de latón, verdulera castiza, más propia de un sainete que de la Mitología, contempla una escena que hoy llamariamos "botellón".




"Se lavó las manos en la Fuente de la Flora, pero aún las sentía hormigueantes"



"La vieja diosa de latón, con su aire de verdulera castiza (parecía más un personaje de sainete que uno mitológico) dominaba una bonita plaza llena de tilos tupidos y olorosos"





"Casi todos eran cuerpos jóvenes...que atufaban a sudor, a vinazo, a pies"

Paisán tiene una crisis de ansiedad, es como si alguien escurriera sus pulmones. Dávila ha de transmitirle pronto "la fecha del alzamiento en armas contra el gobierno de la República". Ese es el motivo de su escalofrío, se ha embarcado en una locura...

Con las manos en el agua, recupera la flexibilidad de sus dedos. Siente una erección en la entrepierna, su cuerpo le está traicionando, ha de tomar el camino hacia la parte alta de la ciudad, la Alteza o Barrio de San Esteban.




"Así que tomó el camino de la Alteza (que era como llamaban sus habitantes al barrio de San Esteban, por estar en lo más alto de la ciudad)"

Allí, al lado de la muralla y del arco mudéjar, está la casa de lenocinio, la de la Conchitón.



Foto antigua de Burgos, en primer plano se ve la muralla y el arco de San Esteban.



Vista actual del arco mudéjar de San Esteban, con muralla, palomas y coches aparcados.





"Las calles cada vez eran más pinas y tenebrosas"


Alguien le sigue, ha de darse la vuelta y encararse. No hace falta, es el inofensivo y loquito Agustín Garrús, filólogo e incondicional del volapük ...y de la "casa de niñas". Saluda con un "glidis" y le cuenta , con entusiasmo fiológico, la aventura que ha propuesto don Cosme en su conferencia. Irá con la expedición al Purgatorio, donde puede ser útil con sus dominios lingüísticos y ...con los dólares de su filantrópica y marujil asociación.

El capitán no está para hablar de esas cosas, felicita al exultante profesor; pero , por Dios, no le llame capitán cuando va de paisano.

Garrús se descubre como un gran cotilla, merecedor de una cátedra y de una portería. Se sabe la historia de la Conchitón, desde que empieza de "puta rasa" hasta que le contagia unas purgaciones a Ontañón...

Llegan a la mancebía, les abre la Cuca , la mamá de Conchitón, pesimista y cucarachil señora que vende artículos para fumar, chupar y preservarse.


Suena un aria de Mozart,en un gramófono. Podría ser una tan tremenda como esta:



"El gramófono cantaba arias de Mozart"

El salón está vacío. Es una casa "fina", donde se reúnen "caballeros importantes de la ciudad", para charlar, beber, fumar, jugar a las cartas y, de vez en cuando, acostarse con alguna "niña". Pero esta noche se han ido a casa, a escuchar las noticias de la radio. Aún así, hay un par de habitaciones ocupadas, si esperan un poco...



"Esta noche se ha ido todo el mundo a su casa, a escuchar las noticias de la radio"

Se oyen risas, aparece una mujer muy joven con un satisfecho machito, abotonándose. Paisán lo conoce, es un teniente de San Marcial, fuera de su regimiento. Seguramente está participando én la conspiración, como hilo entre mandos.

El muchacho palidece y se cuadra, cuando el capitán le pregunta si su coronel, Gistau, sabe que frecuenta esta casa. Saluda militarmente y sale corriendo.

Paisán pide un servicio con "esa misma chica". Cómo no y , además, gratis, por cortesía de la dueña de la casa. El capitán no es demasiado exigente, no le importa que sea demasiado joven y esté a medio hacer. Para él, fornicar es como zambullirse en un río . Y la mujer es solo el río. Se concentra, piensa que acaba de estar allí el joven teniente, adiós nervios, adiós preocupaciones. Todo fuera.

Al final, pregunta a la chiquilla si le gusta esto. Zalamera, contesta que si es con él, sí. A Paisán le da igual. Piensa que los hombres mienten cuando exageran "los lances de alcoba". Demasiada literatura, piensa, el acto sexual solo es , para él, una "variante más o menos placentera de la brutalidad".




"Después de lavarse en la jofaina volvió al salón"

Se lava con la jofaina y vuelve al salón. Garrús está charlando con el capitán Mingo, un oficial que no le cae bien. Huye y se mete en un saloncito donde la dueña de la casa está sola, entreteniéndose con los naipes. La Conchitón va a leerle la cartilla. Me espantas a la clientela, como ese chico, al que mandaste a su cuartel. Era un chulito, se justifica el capitán. Nada de chulito, un chico educado, que no odia a las mujeres, como haces tú. Tendrías que haber nacido maricón. ¿Maricón? ¿Cómo los dos andróginos catalanes que trabajan también en el burdel? ¿Por qué?

Porque las mujeres le interesan sólo ese ratito, después vacía los genitales y pierde el interés.La Conchitón habla como quien le conoce muy bien.

Paisán protesta, él no podría ser invertido y llevar una vida secreta. Vida secreta, pues la está llevando y hubo un episodio en su vida, con un compañero de Academia...

Conchitón se siente atraída por él, lo nota. Y es adivina, le dice que algo están tramando los militares. Un secreto a voces, porque el filólogo del volapük ha llegado a las mismas conclusiones y así se lo está contando el capitán Mingo, en una conversación en que cabe el tenis, el billar, las casas de niñas y el arzobispo. Don Agustín Garrús es un redomado cotilla o ...es algo más. ¿Había agentes de la CIA ,o algo semejante, en 1936?

Los dos capitanes se encierran . A Mingo le envía el general González de Lara. Hay nuevas instrucciones porque han asesinado a Calvo Sotelo. Eso lo acelera todo, Mola dará la orden, Sanjurjo vendrá a España y se pondrá al frente del Ejército, para acabar con la "pesadilla republicana".




Sanjurjo

Mañana, a las once, Paisán se reunirá con Dávila, en la sala de periódicos del Principal. Nuevas contraseñas y váyase a dormir, que nos esperan unos días muy duros. Ay, la que nos espera. Esa contraseña me da mala espina.



"La nueva contraseña será: "El aceite de ricino ya no es malo de tomar""

Un abrazo para los que pasáis por aquí de:

María Ángeles Merino


Pedro Ojeda dijo en "La acequia":

"Mª Ángeles Merino, Abejita de la Vega, comenta e ilustra con acierto las tentaciones de Rodrigo en Inquietud en el Paraíso, como también lo hace con gracia ilustrada con las de Paisán. Después, localiza la mancebía citada en el libro..."

12 comentarios:

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Curioso personaje el Paisan:
- Gay y por envidia hacia las mujeres las maltrata?
- Misógino y por despecho usa su malquerer para hacer de las féminas un objeto?

No se, no se...pero creo que me inclino por la primera...

Gracias por las imágenes,un abrazo

me has hecho recordar dijo...

al grupo Yesca en El Callicida, de su album Canciones de Moda.

Llegas,te sientas, te tumbas
encima de algún colchón,
y una soltera o una viuda
te hace alli la operación.

Myriam dijo...

Excelente tu recorrido fotográfico. A mì me sirve un montón.

Excelente caracterización de un bruto, la de Diego Paisán. Su forma de relacionarse con el sexo y con las mujeres lo demuestra bien.

Besos

Paco Cuesta dijo...

Con o sin uniforme, todos se creian irresistibles. ¡Tan acostumbrados estaban a "mandar"!

Asun dijo...

Pues si "El aceite de ricino ya no es malo de tomar" se podía tomar un par de botellitas el capitán Paisán, a ver si se iba por las patas abajo y se dejaba de tanta chulería y prepotencia.
¿O será que pusieron esa nueva contraseña porque "perdía aceite"? :-) :-)


Perdona, hija, pero es que no me cae muy bien ese capitán.

Besos

Antonio Aguilera dijo...

Pues yo veo "raro" a este capitán Paisán. Adherido a la causa rebelde por agradecimiento familiar a Sanjurjo, por haberle ayudado cuando su padre (también militar, amigo del general)murió en acto de guerra.
El detalle de haber tenido Paisán una aventurilla homosexual se me había escapado. La verdad es que yo veía raro que se fuera a acariciar su caballo y pensara que lo prefería a acariciar una fémina.

Raro militar a quien gustaban las pinturas que Batet tenía de Bertucci en su despacho.

A fuerza de tus imágenes acabaré de aprender todo el callejero de Burgos. Por cierto, hoy hace más frío que el día que estuvimos ahí.
A abrigarse toca.

Besos Abejita

pancho dijo...

Vaya relato tan detenido y divertido del trajín de la mancebía.

Flamenco de muchos quilates en ese tablao. Lo he visto dos veces. Hacía mucho que no escuchaba al grupo burgalés.

Nos vamos a divertir mucho con tus relatos extendidos de la novela, que sólo vas por el segundo. No me extraña que te den premios; yo también te doy otro. Te los mereces por tu visión y manera tan natural de mezclar imagen y literatura, propia y ajena, que crean algo nuevo como resultado.

Un abrazo.

Merche Pallarés dijo...

Cada dia te superas, querida. Excelente relato de las aventuras de Paisán y Garrús (creo que sí era espía...) en esa casa de perdición. Fantástico el video flamenco y, por supuesto, todas las fotos. Besotes, M.

matrioska_verde dijo...

genial toda esta historia de Paisán, que tendría que hacer mucha terapia para ser un hombre normal, que le encuentro yo con unas cuantas represiones encima, con respecto a las mujeres.

biquiños,

Martine dijo...

Algo sorprendente me parece cuando Paisán pide un servicio con "esa misma chica". Será una manera , sin querer reconocerlo, de "relacionarse" con el teniente..
Paisán está mal en su piel, no quiere conocerse a sí mismo, por su condición de militar, por el machismo que impera entre este cuerpo.

No quiero ser insistente, pero lo sabes...Admirativos, mis besos..
Tus Entradas todas, una maravilla.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Está claro que a Paisán ya no le quedaba otra que marcharse al Purgatorio...

Abejita de la Vega dijo...

Manuel: es complicado decidir eso, misógino es y tuvo su exeriencia homosexual...

Me has hecho recordar: ya ves que lo he colocado en una entrada, me gustó, te contaré que yo viví de niña en la calle de la Paloma y que uno de los que sale en el vídeo hizo conmigo la Primera Comunión, en San Lorenzo.

Myriam: un gran bruto que descarga su violencia con las mujeres.

Paco Cuesta: mandaban en todos lados, con o sin uniforme, lo hemos vivido.

Asun: unas botellitas le daba yo, lo de perder aceite también...

Antonio: raro, raro, de lo de acariciar al caballo no me acordaba. Callejero completo os doy. Menudo fríooooo.

Pancho: buscando flamenco malo, de los de arrancar flemas, me encontré con flamenco bueno.

Merche: espía y masón, y cotilla como la portera más cotilla.

Aldabra: un reprimido reprimidísimo, me cae de un gordo...Bicos.

Martine: buen aidea, algo del tenientito quedará en la chica, qué complicado.

Pedro. así es, que se vaya a l mundo de pesadillas del segundo tomo, a buscar a ese encanto de Sanjurjo.

Gracias, amigos, por pasar por aquí. Bicos y besos.