miércoles, 22 de septiembre de 2010

Llega el otoño y llegan las quitameriendas.





Llega el otoño y, bajo los árboles, aparecen estas pequeñas flores pegadas a la tierra, casi sin tallo. Las he descubierto hoy, en Fuente del Prior, cerca del río Arlanzón.

Su nombre científico es "Colchicum montanum". Según la Wikipedia, el nombre de quitameriendas se relaciona con el otoño y las tardes más cortas. Cuando se regían por las horas de luz solar, se suprimía una de las comidas diarias, la merienda, ya que se adelantaba bastante la cena, de acuerdo con la caída del sol.

Las descubrí hace tres otoños, con este poema de mi amiga Luz del Olmo:

"Las praderas estaban llenas
de flores quitameriendas.

Eran flores
amarillas y moradas.

Eran flores que florecen
cuando no florece nada..."



Luz del Olmo, "Música para la luna"
musicaparalaluna.blogspot.com/2007_09_01_archive.html


¡Disfrutad de él!


5 comentarios:

Asun dijo...

Qué nombre más curioso. Como si ellas tuvieran la culpa de que se suprimiera la merienda. Será que eran tiempos de crisis y las amas de casa estaban deseando de poderse ahorrar una comida.

Besos

PD: desde hace ya un tiempo no me suelen funcionar los enlaces que pones en tus entradas.

Martine dijo...

¡Como me ha gustado conocer el origen del nombre de esta hermosa flor!

Antes se vivía más al ritmo de las estaciones... Y el Arlanzón..¡Qué recuerdos! Comer en sus ribas un taco de queso acabado de comprar en San Pedro de Cardeña..

Besos con añoranza..

Paco Cuesta dijo...

Creo que tienen algun valor medicinal.

Myriam dijo...

¡Feliz otoño para tí, María Angeles!

También a mí me parece un nombre curioso el de las "quitameriendas"

Besos

Abejita de la Vega dijo...

Asun: así es, al caer el sol una frugal cena y no hay más. Seguro que no había gordos en esas épocas de escasez. Los enlaces están arreglados, me salían erróneos porque al copiar la dirección y pegarla en el enlace salía dos veces el http//. Antes no ocurría eso, cambiaron el ventanillo.

Selma: el nombre tan curioso viene de una época en que se vivía según lo que dictaba la luz solar. Las orillas del Arlanzón son un privilegio burgalés: tener tantos árboles y tan cerca. En San Pedro de Cardeña ¿en el monasterio o en el pueblo? Los frailes, antes por lo menos, vendían algunos productos...

Paco: efectivamente, para la gota, la infecciones por hongos y quimioterápico, toca madera.

Myriam: feliz otoño, que hay gente que le entra la depre con el bajón de la luz solar. Disfrutemos de sus paisajes y de su temperatura templada. ¿Cómo es el otoño en Israel?

Un abrazo y gracias por visitarme