domingo, 16 de agosto de 2009

Día 5: Runes, Mende y Marvejouls 147 km


Hoy el día ha empezado pelín torcido. Hemos bajado a desayunar pasadas las nueve y media, porque habíamos leído que el desayuno era hasta las 10, que no está mal. Pues nos han dicho que en vez del restaurante, fuéramos al bar, y ahí nos han dado el desayuno, apartados de los que estaban terminando. Que todavía no sabemos por qué, si es porque ya estaban recogiendo el restaurante, porque nos han visto la cara de españoles, por no usar el desodorante, o qué. Para rematar, cuando nos han traido nuestro "schocolé", ese que sólo saben hacer caliente, nos han traido por un lado la leche caliente, y por otro un par de sobres de Nesquik, como el que usamos nosotros en casa. ¿Y tan difícil es que entiendan que eso mismo, pero con la leche fría, sin calentar, se puede hacer? Los alemanes son los que tienen fama de cabezones, de seguir el manual aunque diga disparates. Vamos a empezar a pensar que los franceses son primos-hermanos.

Hoy no queríamos cansarnos mucho, porque con tanto coche en los días pasados, se nota. Así que la idea inicial era ir a Mende y Marvejouls, dos pueblos distantes unos 30 o 40 km, y pasear por ellos, sin cansarnos mucho. Pero (siempre hay un pero), de camino la Mosca ha visto un desvío que decía "cascadas de Runes" (escrito en francés, obviamente), y ni corto ni perezoso se ha dicho, "leñe, ¡ya que pilla de camino!". Hay que decir que para salir de Florac, hay que subirse toooodo el desnivel que hay hasta la meseta, que son 400 metros. Arriba del todo estamos a 1000 metros sobre el nivel del mar, que no es moco de pavo. Es como estar en la sierra, y se nota en la temperatura y la brisa fresca que corre. Que se agradece, por supuesto.

Caminito con el coche, hemos llegado al pueblo de Runes, donde está la cascada de agua. Hay que andar un poquillo entre pinos y piedras, y al final hemos llegado para ver esta preciosa estampa:

Merecía la pena desviarse. De vuelta al camino original, pasamos también por una zona en la que se supone que había menhires. Y como la Mosca es muy de ver piedras (no tanto la Arañita, que le pone caras a la Mosca cada vez que quiere ver piedras), pues también nos hemos parado.

Pero poco había que ver. Se supone que era un circuito de unos 5 km, pero entre la solana que caía, y que las pocas piedras que hemos visto no eran lo que se dice espectaculares, hemos decidido que mejor irnos con la música a otra parte. Con los paseitos entre cascadas y piedras, eran ya las 2 y pico de la tarde.

Hemos llegado a Mende. Es el pueblo más importante del departamento de Lozere, aún dentro de la zona del Languedoc. Tienen catedral, y un casco antiguo bonito.

Nos hemos sentado en la terraza de un bar, donde afortunadamente servían cosillas para picar, así que nos hemos tomado una ensalada, que no todo en este viaje son profiteroles (dedicado a Ele Bergón, para que deje de dar la brasa):

Queríamos una ensalada para los dos. Y nos han traído una ensalada y un tenedor. Hemos pedido otro tenedor. Y nos han traído otro tenedor. Y una vez habíamos terminado con la ensalada... aparece la camarera con ¡OTRA ensalada!. ¡Ah, y nosotros que pensábamos que el lenguaje de gestos era internacional! Que si uno dice "otro más" señalando al tenedor, parece ser que en francés significa que quieres otra ensalada.

A la hora de pagar, la camarera parece que no tenía ganas de cobrarnos, porque no nos hacía ni caso. Como tampoco se lo hacía a una familia que teníamos al lado. Entonces el hombre nos ha dicho en un español casi perfecto:
- Pues habrá que irse sin pagar.

El hombre este nos ha contado que es de Marsella, aunque tiene mucha familia en Granada, y por eso habla español. Que de España se trae siempre que puede tabaco (unos 200 o 300 euros que se ahorra, dice. Echad la cuenta de cuantos paquetes son esos). Es lo que en mi pueblo se le llama fumar como un carretero. Nos preguntaba:
- ¿Y qué se le ha perdido a unos españoles por aquí?

El hombre tenía una casa en Mende, pero se quejaba de que sus hijos ya no querían venir al pueblo, que preferían irse a la playa, y discoteca... Su hija (allí presente) había ido a Mallorca...
-¿Ibiza? -preguntamos, y la sonrisa picarona de la chica venía decir que sí... que sí... pero mejor no le conteis a mi padre cómo es aquello.

Luego hemos ido al pueblo de Marvejouls, un poco más allá de Mende. Es también un pueblo con un casco antiguo bonito.

Y como la tarde no daba para más, nos hemos ido a por nuestra ración diaria de sorpresa en forma de cena. Hoy tocaba... de primero, ensalada. De segundo, algo que no hemos entendido, pero suponíamos que era carne. Y carne había. Poca, pero había. Normalmente, un plato consiste en la carne y la guarnición. Pues en este plato parecía que la carne era la guarnición de los macarrones. Dos trocitos contados de carne, con su salsa y todo. Pero todo muy rico, ¿eh?, en ese aspecto no tenemos quejas.

Que por cierto, sí, se cena pronto, pero con lo que tardan en traer los platos, casi mejor nos vayan preparando ya el desayuno. Nos sentamos a cenar pasadas las ocho. Y nos levantamos de la silla casi a las diez. Con tal de que fueran un poco más rápidos en el servicio, podríamos cenar a las nueve, que es una hora decente.

Pues nada, a ver que nos depara el mañana

Bonsuar!

9 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

Para ver piedras--talayots, menhires etc.--teneis que ir a Menorca. En Formentera tambien tenemos restos de una necrópolis neolítica, muy interesante (montón de piedras donde tienes que agudizar la imaginación...). En Ibiza no solo tenemos discotecas y marcha, no. Tambien tenemos restos de un poblado fenicio donde TAMBIEN hay que agudizar el ingenio imaginativo. ¿A qué no lo sabíais, eh? Lo de Ibiza quiero decir... Besotes, M.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Volvi de mis vacaciones, querida amiga, y me alegro de poder leerte de nuevo...!

Besos.

Abejita de la Vega dijo...

Merche: no sabía lo de Formentera, lo de Menorca, sí, claro:talayots, taulas y navetas.El poblado fenicio de be ser interesante, aunque haya que poner imaginación.La fama de Ibiza es la que tú dices,a ver si un día conozco el poblado fenicio ese, con imaginación.

Corneliuvs: gracias, espero que hayas tenido unas buenas vacaciones.

Mosca y arañita: me alegro de que estéis en Madrid sanos y salvos y que Suri esté salida pero sana.Impresionante la catarata y la gastronomía francesa...A ver si puedo ver todo eso que habéis visto en este tour.

Besos a todos

Anónimo dijo...

Buenas noches:

Siempre he pensado que en Europa, a los turistas españoles, nos tratan con menos cortesía de la que presumen y nos debieran.
Nosotros seguimos volcándonos cuando aparecen en nuestras ciudades. Seguimos teniendo, un cierto complejo de inferioridad, arrastrado durante siglos.
Si les ganáramos en cultura y educación generalizada, no tendríamos nada que envidiar.
Y aunque las comparaciones son odiosas, las fotos cantan, y les ganamos por puntos. ¿O no?.

Saludos. Gelu

Silvia dijo...

Os entiendo perfectamente, nos pasó lo mismo en Londres, parece que los españoles somos hijos de un Dios menor, o algo asi, debe ser la envidia porque luego bien que vienen a nuestro país a desfasar y a bañarse y tomar el sol en nuestras playas, en fin tiene que haber de todo.Ya he leído que Suri está bien, bueno paciencia son como bebés, besos.

Mosca Cojonera dijo...

Pues lo siento, pero yo no estoy de acuerdo. LA gente te la vas encontrando, y unas veces es estupeda, y otras veces idiotas totales, tanto en España, con en Francia como en Inglaterra.

Igual que la camarera no tenía muchas ganas de cobrarnos, el hombre de Marsella era encantador, como lo era la camarera que nos atendía en las cenas, a pesar de no entendernos demasiado bien. No entender el idioma, y otras costumbres es lo que a veces te puede hacer parecer que te tratan mal, cuando en realidad es sólo un choque cultural.

Kety dijo...

¡Quien inventaría los idiomas!

Si no fuese por eso, al margen de que, "en todas partes cuecen habas" no habría tantos problemas. O al menos, uno menos.
Gente educada y borde hay por todas partes. Creo que no tiene que ver con la cultura.


Si después de ver lo que os recomienda Merche, queréis ver más piedras, visitar La Ciudad Encantada en Cuenca.

Merche Pallarés dijo...

Bueno, bueno KETY, la ciudad encantada de Cuenca es ¡¡maravillosa!! Esas son palabras y piedras mayores, querida Dulcinea de La Acequia. Todo Cuenca (la parte antigua, of course...) es preciosísima y en una de las casas colgantes se encuentra el mejor museo de arte abstracto ¡del mundo! No soy muy fan del arte abstracto pero ese museo me ¡fascinó! Besotes, M.

Kety dijo...

Silvia, tengo a don Quijote paseando por Inglaterra... un tocho,ja,ja, no acto para ordenador.
me refiero a la extensión.

Besos