lunes, 2 de febrero de 2009

"Sólo los médicos nos pueden matar y nos matan" , dice Cervantes


Tras la batalla de Lepanto,Cervantes permanecería ingresado en el Hospital General de Mesina, durante medio año, hasta su recuperación. En la "Epístola a Mateo Vázquez" nos cuenta sus heridas:
"El pecho mío de profunda herida
sentía llagado, y la siniestra mano
estaba por mil partes ya rompida..."
De las heridas del cuerpo iría curando, pero no las de la mano, como recordaría en el prólogo a las "Novelas ejemplares":
"Perdió en la batalla naval de Lepanto la mano izquierda de un arcabuzazo".
No estaba el hospital de Mesina debidamente asistido, pero Cervantes tuvo la fortuna de que don Juan de Austria, celoso del cuidado de sus heridos en la gran batalla que tanta fama le había dado, ordenare que les curase y atendiese un buen médico que con él iba, el doctor Gregorio López de Madera, un galeno veterano y buen conocedor de su oficio, que ya se había distinguido al servicio el Emperador. Eso, sin duda, salvó a Cervantes de mayores complicaciones. Su juventud y lo bonancible del clima serían otros factores que contribuyeron a sus restablecimiento, aunque quedara con la mano izquierda estropeada.
Nada comenta sobre su hospital. Sólo y de una manera muy general, de los malos médicos, que tan funesta reputación tenían, en "El licenciado Vidriera", y de los que llega a decir:
"Sólo los médicos nos pueden matar y nos matan sin temor y a pie quedo, sin desenvainar otra espada que la de récipe(1). Y no hay descubrirse sus delitos porque al momento los meten debajo de la tierra"
(1)Palabra que solía ponerse en abreviatura a la cabeza de la receta.
Extraído y resumido de "Cervantes visto por un historiador", Manuel Fernández Álvarez, editorial Espasa.
¿Y LOS MÉDICOS DE AHORA?
HABLEMOS DE MÉDICOS, ES ALGO QUE , A LOS ESPAÑOLES, NOS ENCANTA.

8 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

La literatura sobre los médicos en la época es crítica y desternillante. Si hoy se escribiera algo parecido, al autor le denunciaría el Colegio de Médicos...

Kety dijo...

"Un médico unicamente sabe tratar las enfermedades, sólo Dios sabe curar".

Sandor Marai

Un abrazo

No me tratéis mal a los médicos :-)

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Bueno... tengo un amigo que tras ir al médico me lo encontré tirando las medicinas a la basura. Por lo que le pregunté:
- Anselmo ¿que haces?¿para eso vas al médico?
A lo que me respondió:
- Mira Manuel, voy al médico, porque el hombre tendrá que vivi de algo ¿no?; compro las medicinas porque el farmaceutico tine también que vivir... y tiro las medicinas PORQUE YO TAMBIÉN TENGO QUE VIVIR

un día en mi aventura por el mundo de Cervantes escribí esto:
http://tuccitano.blogspot.com/2008/10/el-quijote-y-los-barberos.html

Un abrazo

Ele Bergón dijo...

Loa médicos estudian para curarnos, otra cosa es cómo llevan a cabo su trabajo. De momento no me puedo quejar.

También es cierto que tenemos mucho miedo a la enfermedad, a la muerte y a dolor y lo disfrazamos echándole la culpa al médico o a las medicinas. Y el mejor médico es uno mismo

Os lo cuento yo que soy un poco "médica" del "alma".

Un abrazo

LUz

Kety dijo...

Pedro, hoy día se denuncia casi todo. Creo que en algunos casos, detrás de todo están las indemnizaciones.

Abejita de la Vega dijo...

Pedro: Sería interesante conocer esa literatura tan divertida.En la crítica tenían razón porque la mayoria de los conocimientos médicos, en aquella época, eran pura charlatanería.Los buenos médicos serían ,supongo yo, magníficos observadores, sólo ahí podía estar la ciecia que la Universidad no poseía.

Kety:que no los tratamos mal, .Entre ellos hay de todo como entre los profes o los fontaneros.
Me gusta Sandor Marai...

Tucci:muy buena persona el de la anécdota, demasiado.Esta mañana también yo he trajinado con "partes". Tranqui, compañero.Iremos a tu blog para eleer lo de los barberos cervantinos.

Ele, médica del alma y de las buenas:echarla culpa al médico es lo de echar la culpa al empedrado.No he tenido enfermedades importantes; pero sí recuerdo un médico que me asustó innecesariamente y me acordé de toda su parentela.
Un beso a todos

Merche Pallarés dijo...

Pues yo, cuánto más lejos de un médico (como Cervantes) mejor. Casi nunca--por ahora, cruzo los dedos, toco madera--voy a ver a un galeno. No me hago chequeos de nada; llevo unos cuantos años sin pillar una gripe (debido a la aspirina que tomo cada cuatro horas en cuánto siento los síntomas). Encima ¡horror de los horrores! fumo. En fin, espero que cuando llegue el dia de mi paso al otro mundo (tengo una curiosidad... ¿te imaginas? ¡igual me encuentro con Cervantes!) no haya tenido que visitar a ningun médico. Que los dioses me oigan... Besotes, M.

Silvia_D dijo...

Genial tu entrada, muy buena.

Hablar de médicos para mi, hoy, sería muy fuerte, cuando llevo mes y medio luchando porque atiendan a mi hija de 5 añitos que va cojeando y me la mandan a casa con Dalsy y llamándome madre histérica, hasta que han descubierto, por fin que algo raro tiene ¡¡qué listos!!

Espero que mañana se esmeren un poco más que yo, ya no sé qué pensar y mi hija está con dolores continuos.
Mejor me callo.

Besos, niña, buen domingo.