domingo, 11 de enero de 2009

La hija del ventero


LA HIJA DEL VENTERO
«La hija callaba, y de cuando en cuando se sonreía»
CERVANTES: Quijote.

«La hija callaba
y se sonreía...»
Divino silencio,
preciosa sonrisa,
¿por qué estáis presentes
en la mente mía?
La venta está sola.
Maritornes guiña
los ojos, durmiéndose;
la ventera hila.
Su mercé el ventero,
en la puerta, atisba
si alguien llega... El viento
barre la campiña.

...Al rincón del fuego
sentada, la hija
-soñando en los libros
de Caballerías...-
con sus ojos garzos
ve morir el día
tras el horizonte...
Parda y desabrida,
La Mancha se hunde
en la noche fría.
(Manuel Machado)

Bellísimo el poema, pero además Machado, pienso que supo captar la profundidad que imprimió Cervantes en el personaje de la hija del Ventero, con tan solo precisas descripciones e intervenciones justas, y a pesar de ser marginal y secundario en el texto, permite identificarnos con ella, con sencilla naturalidad, creyendo, al imaginar lo que imagina la joven, que aún sabiendo que la historia es ficción, los personajes son tan reales como los lectores.Se quejaba sin motivos, Cervantes en su prólogo, de falta de poetas que le dedicasen poemas; no podía imaginarse que magníficos escritores engalanarían su obra, con el tiempo.Suyo quedo, Z+-----

Abejita de la Vega dijo...
Tiene razón,tocayo Señor de la Vega,Cervantes nos sugiere todo un mundo con unas pocas palabras:«La hija callaba, y de cuando en cuando se sonreía».Un gran poeta, Manuel Machado nos ampliará ese mundo y nos imaginamos a la venterilla al lado del fuego,soñando con aventuras caballerescas. Cada uno de nosotros, en nuestra imaginación, nos pintamos a la joven con loscolores que cada uno quiera escoger. Es el poder de la Literatura.
Siempre extraordinarios sus comentarios, le saludo.

4 comentarios:

Señor De la Vega dijo...

Bellísimo el poema, pero además Machado, pienso que supo captar la profundidad que imprimió Cervantes en el personaje de la hija del Ventero, con tan solo precisas descripciones e intervenciones justas, y a pesar de ser marginal y secundario en el texto, permite identificarnos con ella, con sencilla naturalidad, creyendo, al imaginar lo que imagina la joven, que aún sabiendo que la historia es ficción, los personajes son tan reales como los lectores.
Se quejaba sin motivos, Cervantes en su prólogo, de falta de poetas que le dedicasen poemas; no podía imaginarse que magníficos escritores engalanarían su obra, con el tiempo.
Suyo quedo, Z+-----

Abejita de la Vega dijo...

Tiene razón,tocayo Señor de la Vega,Cervantes nos sugiere todo un mundo con unas pocas palabras:«La hija callaba, y de cuando en cuando se sonreía».Un gran poeta,Manuel Machado nos ampliará ese mundo y nos imaginamos a la venterilla al ladodelfuego,soñando con aventuras caballerescas.Cada uno de nosotros,en nuestra imaginación,nos pintamos a la joven con loscolores que cada uno quiera escoger.Es el poder de la Literatura.
Siempre extraordinarios sus comentarios,le saludo.

Kety dijo...

De una frase sencilla, que poema tan hermoso. No lo conocía.

Un abrazo

Abejita de la Vega dijo...

No es muy conocido este poema,no.En general,la obra de Manuel Machado no lo es, me da la impresión
Un abrazo Kety