sábado, 1 de noviembre de 2008

Don Quijote quiere creer lo que quiere creer y termina creyéndoselo.


Comentario al capítulo XXV del Quijote, publicado en :http://laacequia.blogspot.com/

Don Quijote quiere creer lo que quiere creer y termina creyéndoselo.

En este capítulo tenemos la clave de toda la obra: Don Quijote confiesa: quiere creer lo que quiere creer y termina creyéndoselo. Por ello, las palabras de Sancho, el cuadro cómico que pinta, no hacen mella en él, dispuesto a engañarse a sí mismo.

Tras contarnos lo que hoy denominaríamos chiste verde, un gastado chascarrillo de viuda consolada, lo enlaza artificialmente con su caso. Pregunta y se contesta: “¿Piensas tú que las Amariles, las Filis, las Silvias, las Dianas, las Galateas, las Alidas y otras…fueron verdaderamente damas de carne y hueso, y de aquéllos que las celebran y celebraron? No, por cierto, sino que las más se las fingen, por dar subjeto a sus versos y porque los tengan por enamorados y por hombres que tienen valor para serlo.”Concluye que le basta con “pensar y creer que la buena de Aldonza Lorenzo es hermosa y honesta” y el se hará cuenta de que es “la más alta princesa del mundo”.

En consecuencia, su carta irá dirigida a una soberana y alta señora, de parte del “ferido de punta de ausencia y el llagado de las telas del corazón”.¡Viva el mejor loco de toda la literatura universal¨!

Pedro Ojeda Escudero dijo en :http://laacequia.blogspot.com/:

ABEJITA: .En lo de Aldonza-Dulcinea, como sabes, no ha hecho más que comenzar este divertido juego de perspectivas e intereses.Y, como dices, este capítulo es fundamental para reinterpretar todo lo anterior y lo que sigue. Muy bien visto.

Sor Austringiliana dijo:

¡Cuántooooo hablaaaaaaaa!Perdóooonala, Pedrooooo...Me cierraaan...

Pedro Ojeda Escudero dijo en :http://laacequia.blogspot.com/:

SOR AUSTRINGILIANA. la perdono, la perdono, que lo que dice es todo interesante. Ahora bien, como no sé si lo quiere repetir para que nos quede claro o si se le ha ido la mano al publicar, borro los comentarios repetidos.

María Ángeles Merino Moya dice:

Gracias Pedro, por tu paciencia. Como no entraban los comentarios, terminaron entrando repetidos. Cuatro comentarios, cuatro. Se ve que este capítulo me ha inspirado especialmente. Un saludo.

3 comentarios:

Ele Bergón dijo...

¡Pero qué lujo de blog estás haciendo! Kety me envió por e-mail eso de poner las entradas en la parte derecha y yo todavía no me he puesto a ello.Ya te preguntaré porque veo que tu también lo dominas.

Al leer tu comentario sobre Dulcinea que en realidad está en la Acequia, recuerdo que también pensé, al leerlo este verano, que en realidad eso es el enamoramiento. Imaginarte a alguien como tú quieres que sea no como es en realidad y si era en este capítulo estaba muy bien reflejado.

Me gusta que hayas puesto la foto de la amapola sola. Siempre te gustó.

Besos

Abejita de la Vega dijo...

Sólo tienes que pinchar en diseño y después en añadir gadgets.Le he cogido el tranquillo a eso de poner imágenes. Como ves, tengo hermanadas a las torres de la catedral de Burgos y a las de la iglesia de Campo Real.También está tu amapola sola que, como bien dices, siempre me gustó. La focha que ya no está pocha, la arañita campeña con su mosca, la abejita y el ectoplasma...Todos mis iconos.Pondré alguno más.
Me gusta tu teoría del enemoramiento al estilo Dulcinea, o el dulce autoengaño...no entiendo mucho de eso yo.
Un beso

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

cualquiera hace locuras por su amor...cuando se está enamorado no importa lo que los demás digan o piensen... la locura estáahí...saludos